Las cuerdas vocales son dos fragmentos de tejido que se extienden desde ambos lados de la laringe -órgano del conducto respiratorio-. Estas vibran para emitir sonidos cuando las personas hablan, por lo que son la parte directamente responsable de la producción de la voz.

Estos fragmentos de tejido pueden llegar a presentar lo que se conoce como disfunción de las cuerdas vocales, también llamado discinesia laríngea o movimiento paradójico.

Ocurre cuando las cuerdas vocales se cierran parcialmente mientras una persona respira, lo que hace que el aire tenga más problemas para avanzar.

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En niños, la mayoría de los casos se llegan a presentar en mayores de 6 años de edad. Esta afección suele desarrollarse más en niñas que en niños.

Signos y síntomas

Cuando un infante presenta un caso de disfunción de las cuerdas vocales, puede experimentar alguno o varios de los siguientes síntomas:

-Tener dificultades para respirar, sobre todo al inhalar. Esto puede asustar al pequeño y requerir atención médica.

-Tos o carraspera constante (aclararse la garganta).

-Emitir sonidos rasposos al respirar.

-Tener ronquera o afonía, o tener otro tipo de cambios en la voz.

-Tener dolor de pecho y/u opresión de garganta.

De acuerdo con especialistas en salud, estos síntomas suelen ocurrir solo cuando el niño está despierto, casi nunca ocurren mientras el niño duerme.

¿Cuáles son las causas?

Los pequeños que experimentan esta afección tienen ‘desencadenantes’ que la ocasionan. Se trata de situaciones a las que son muy sensibles.

Estos desencadenante provocan que las cuerdas vocales se cierren parcialmente, lo que causa dificultades para respirar. Entre los más frecuentes se incluyen los siguientes:

-Infecciones, como un resfriado o la gripe.

-Irritantes que contiene el aire, como el perfume, la contaminación, el polvo, la pimienta, etc.

-Ejercicio físico y otras actividades físicas, como bailar, jugar intensamente o saltar.

-Situaciones estresantes, como preocuparse por la escuela o por los problemas familiares.

-Alergias.

-Reflujo ácido (indigestión crónica).

¿Qué hacer?

En caso de que los padres detecten uno o varios síntomas de los antes mencionados, deben acudir con su hijo al médico, ya que solo un profesional de la salud puede detectar un caso de disfunción de las cuerdas vocales y dar el tratamiento adecuado.

Con ayuda de los médico, los niños con esta afección aprenden a evitar los desencadenantes, a relajar las cuerdas vocales y a controlar el estrés, lo que ayuda a aliviar o a detener los síntomas.

 

Vía: Kid’s Health