Existen diferencias claras entre la alimentación vegetariana y la vegana. En el primer caso, las personas se abstienen de comer carne, pescado, marisco, o cualquier producto elaborado con estos alimentos, pudiendo o no consumir productos derivados de otros animales, como huevos, lácteos o miel.

En el caso de los veganos, la alimentación es más estricta, al no ingerir ningún alimento o derivado de origen animal. Mucho se dice acerca de este tipo de alimentación; lo cierto es que un régimen alimenticio mal planteado —sin importar qué productos excluya—, podría provocar consecuencias negativas para la salud, principalmente cuando se trata de niños y adolescentes en crecimiento.

¿Qué ocurre con los niños?

De acuerdo con la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), “tiempo e información (…) son dos aspectos necesarios para contribuir a que los niños vegetarianos y veganos tengan todos los nutrientes necesarios para su crecimiento y normal desarrollo”. De igual forma, la Academia Americana de Nutrición y Dietética, así como otras sociedades médicas, consideran que estas dietas podrían ser saludables para los niños, siempre y cuando estén bien planificadas.

Es esencial tomar en cuenta que la alimentación debe cubrir las necesidades específicas de cada persona, en este caso, de cada una de las diferentes edades.

Recomendaciones

Al igual que con todos los bebés, la lactancia materna es la alimentación ideal para los bebés con madres vegetarianas o veganas. Para mayor beneficio del lactante, es recomendable que la madre tome un suplemento regular de vitamina B12 y yodo, de acuerdo con Miriam Martínez Biarge, especialista del departamento de pediatría en el Hospital de Londres, Reino Unido.

Los alimentos sólidos se pueden introducir de la misma forma que en el caso de los niños no vegetarianos-veganos, a partir de los 6-7 meses, “reemplazando la carne por productos (que cubran esos nutrientes), como lentejas, garbanzos, guisantes o tofu”, dijo.

A partir de los dos años de edad, la alimentación puede apegarse a la que lleva el resto de la familia. Las raciones dependerán de la edad, los niveles de actividad física y las características personales. Todas las comidas deben cubrir ciertos nutrientes esenciales, como proteínas, grasas, calcio, hierro, zinc, vitamina D y B12.

Conoce más: 5 nutrientes esenciales de una dieta vegetariana

Si bien es posible sustituir los alimentos, e ingerir un sinfín de platillos culinarios alternativos, no podemos hablar de una dieta saludable si no se cubren todos los macronutrientes y micronutrientes que el cuerpo necesita.

La carne, u otros productos de origen animal, no garantizan una buena salud si se obtienen de comida rápida u otros productos ricos en grasas saturadas o trans, principales factores que conducen a enfermedades crónicas. Considera que la clave se encuentra en mantener un equilibrio.

Antes de hacer modificaciones en la dieta de tu hijo, visita a un especialista y conoce todas las posibles consecuencias de esta decisión. ¡Infórmate!

 

Vía: ABC Salud