Las dietas veganas se han hecho muy famosas en los últimos tiempos. En ellas, se evita el consumo de cualquier producto derivado de los animales. Lamentablemente, también se han convertido en un método depurativo o desintoxicante, es decir, contemplan el consumo exclusivo de jugos de frutas y verduras, y se evita el gluten —lo que descarta la ingesta de proteínas contenidas en la harina de trigo—.

De acuerdo con especialistas del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, Salvador Zubirán, este tipo de alimentación puede conducir a diversas enfermedades gastrointestinales y metabólicas. Esto se debe a que las personas adoptan un régimen restrictivo para perder peso o “desintoxicar el organismo” sin un sustento científico o médico.

Entre los riesgos latentes destacan los siguientes:

  • Intestino irritable.
  • Estreñimiento.
  • Indigestión.
  • Infecciones en el hígado, al limitar vitaminas, minerales, proteínas y grasas.

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Recomendaciones

El estilo de vida vegano requiere de muchos cuidados, debido a que no es fácil obtener la cantidad suficiente de vitaminas y minerales presentes en los productos animales. Concéntrate en incluir los siguientes nutrientes en tu dieta.

1. Hierro: Frijoles, brócoli, uvas pasas, trigo y tofu. Los cereales fortificados con hierro también son una buena fuente.
2. Proteína: Nueces, mantequilla de maní, semillas, granos y legumbres. Los productos que no son de origen animal —como el tofu y la leche de soja— también proporcionan proteínas.
3. Calcio: Soja, verduras de hojas verdes y jugos fortificados. Los suplementos de calcio están también disponibles.
4. Vitamina D: Basta con exponerte al sol unos 10 minutos de 3 a 4 veces a la semana, si es posible. Si necesitas más vitamina D, busca productos fortificados.
5. Vitamina B12: Pescados, mariscos, carnes y productos lácteos. También puedes recurrir a la leche de soja y algunos cereales.
6. Zinc: Granos, nueces y productos de soja.
7. Ácidos grasos Omega-3: Harina y aceite de linaza. Considera buscar productos alimenticios fortificados con Omega-3.

 

Vía: Notimex/ Family Doctor