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Los alimentos sin gluten —proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno— han tomado gran relevancia en los últimos años, debido a los supuestos daños que produce el ingrediente en el organismo. Lo cierto es que una dieta libre de gluten no es necesariamente más saludable. De hecho, especialistas recomiendan no sustituir la alimentación de los pequeños a menos que sea necesario, es decir, que padezcan enfermedad celíaca u otra afección.

De acuerdo Charlene Elliott, presidenta de investigación en mercadeo de alimentos y salud pediátrica de la Universidad de Calgary, 9 de cada 10 alimentos sin gluten dirigidos a los niños podrían clasificarse como alimentos con poco valor nutritivo. Además, el 80% de estos productos tiene un nivel elevado de azúcar, sal y grasa.

«A menos que haya una razón médica para no comer gluten, no hay ninguna razón para no comer gluten. Tus hijos pueden disfrutar de la pasta y el pan en porciones razonables. Los alimentos sin gluten no son una opción más saludable», indicó.

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¿Es posible prevenir la enfermedad celíaca?

A decir de expertos de la Clínica Mayo, no existe ningún método para prevenir la enfermedad celíaca. Los antecedentes familiares o médicos de los niños podrían aumentar el riesgo de contraer la enfermedad. Por este motivo, es importante conocer los síntomas y acudir de inmediato con un médico.

Cuando los pequeños con enfermedad celíaca ingieren gluten, se desencadena una respuesta inmunitaria dentro del intestino delgado que, con el tiempo, daña el revestimiento del órgano e impide absorber los nutrientes. El daño intestinal puede conducir a diarrea, cansancio, pérdida de peso, distensión abdominal y anemia. También podría afectar el crecimiento y el desarrollo.

Si tienes dudas respecto a este ingrediente, consulta a un especialista. Un profesional médico puede responder tus dudas respecto a cuándo introducir nuevos alimentos en la dieta de tus hijos.

 

Vía: Health Library