México ocupa el primer lugar a nivel mundial en obesidad infantil, situación que establece un llamado de emergencia para modificar la dieta de los menores, dentro y fuera del hogar. Desafortunadamente, la población mexicana, incluyendo a los infantes, se ha acostumbrado a los productos procesados, lo que aumenta el consumo de calorías y el sedentarismo.

De acuerdo con Francisco Iván Beltrones Burgos, delegado del IMSS en Baja California y San Luis Río Colorado, Sonora, es importante propiciar mejores expectativas de salud, así como buenos hábitos alimenticios en los niños mexicanos.

El cambio debe incluir comidas con productos saludables —libres de azucares añadidos— y en cantidades que cumplan estándares de nutrición, de acuerdo con la edad y el peso de los niños. Además, es importante incorporar ácidos grasos esenciales y granos integrales a la dieta, un paso fundamental para reducir el riesgo de enfermedades del síndrome metabólico en el futuro.

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El peligro de la obesidad infantil

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y algunas investigaciones científicas, es sumamente probable que el sobrepeso y la obesidad en menores de cuatro años prevalezcan en etapas subsecuentes de su vida. Por esta razón, la alimentación saludable y el ejercicio constituyen una base sólida para el adecuado desarrollo de los menores.

Aunque no lo creas, una alimentación saludable provee a los niños de todos los nutrientes esenciales para un correcto crecimiento —los huesos y músculos se desarrollan fuertes y sanos—, previenen dolencias típicas de esta edad —como la anemia ferropénica, la desnutrición o el estreñimiento— y disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Recuerda que tus hábitos influyen en la percepción de tus hijos. Si cuidas tu alimentación y realizas actividad física con frecuencia, tu familia podrá adoptar un estilo de vida saludable.

 

Vía: Notimex