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Comer una dieta inflamatoria (rica en alimentos relacionados con la inflamación), como carne procesada, dulces y granos refinados, se asocia con muchos problemas de salud, incluyendo un mayor riesgo de cáncer de colon, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales o diabetes.

Sumado a estos peligros, un estudio de la Universidad de Harvard publicado en la revista Gastroenterology encontró otro riesgo potencial: la enfermedad de Crohn, una afección caracterizada por áreas inflamadas en los intestinos grueso y delgado. Los investigadores evaluaron 30 años de información sobre la dieta autoinformada de más de 208,000 hombres y mujeres. Las dietas se calificaron tomando como base los alimentos que promueven la inflamación.

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En comparación con las personas que tuvieron las puntuaciones más bajas en la dieta inflamatoria, las personas con las puntuaciones más altas mostraron un 51% más de riesgo de desarrollar la enfermedad de Crohn. El riesgo de la afección se duplicó entre las personas que pasaron de una dieta baja a una alta en inflamación durante el estudio.

La investigación es observacional y no prueba que una dieta inflamatoria cause la enfermedad de Crohn. Sin embargo, con tantos otros riesgos asociados con los alimentos que promueven la inflamación, es importante comer la mayor cantidad de alimentos que combatan la inflamación tanto como sea posible. En otras palabras, concéntrate en consumir alimentos integrales, sin procesar y sin azúcar agregada, como verduras, frutas, granos integrales, legumbres (como frijoles y lentejas), pescado, aves, nueces, semillas, un poco de productos lácteos bajos en grasa, aceitunas y aceite de oliva.

 

Vía: Harvard Medical School