vientreEl peso está determinado, en gran medida, por el modo de equilibrar las calorías que consumes y la energía que quemas. Si comes demasiado —y de forma desequilibrada— y haces poco ejercicio, es muy probable que aumentes de peso, principalmente en el vientre.

Pese a ello, la alimentación no es el único factor de un abdomen abultado, el envejecimiento también funge un papel importante. La masa muscular puede disminuir ligeramente con le edad, mientras que la grasa aumenta.

Durante este proceso, la pérdida de masa muscular también disminuye la velocidad con la que el cuerpo usa las calorías, lo que provoca que sea más difícil mantener un peso saludable.

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En el caso de las mujeres, el nivel de estrógeno es clave en el aumento de la grasa del vientre. De igual manera, puede influir la genética.

Esta acumulación de grasa no se limita a la zona situada debajo de la piel —grasa subcutánea—, pues incluye la grasa visceral, la cual se encuentra en el interior del abdomen.

Aunque la grasa subcutánea plantea problemas estéticos, la grasa visceral se vincula con problemas de salud, como:

• Enfermedad del corazón
• Diabetes tipo 2
• Alta presión sanguínea
• Colesterol anormal
• Problemas respiratorios

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Por ello, recuerda cuidar tu peso y tomar en cuenta todos los factores que influyen en la acumulación de grasa. No lo tomes a la ligera, pues ciertas investigaciones han asociado este cambio con un mayor riesgo de muerte prematura, independientemente del peso total.

De hecho, algunos estudios han encontrado que aún en las mujeres con un peso normal —basado en el índice de masa corporal (IMC)—, una cintura grande aumenta el riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares.

 

Vía: Mayo Clinic