Sentirse triste a un nivel extremo puede resultar normal para algunas personas; sin embargo, la melancolía que dura más de un par de semanas está fuertemente ligada con la depresión. Aunque parezca sorprendente, el trastorno depresivo aparece en personas de todas las edades, incluso en niños pequeños.

En estos casos, los síntomas son distintos a aquellos que manifiestan los adultos. Es decir, se reflejan, principalmente, en el rendimiento escolar, el sueño y el comportamiento. Algunos de los más comunes son: apatía, irritabilidad y tristeza persistente, de acuerdo con la Asociación Americana de Psiquiatría.

Para especialistas en el tema, es sumamente importante que los padres presten atención a la conducta de sus hijos, con el fin de detectar a tiempo si sufren algún trastorno que influya en su calidad de vida.

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¿Sabías que el 80% de las personas que reciben ayuda recuperan su estabilidad emocional? Para ello, se debe entender que no todo pasa por sí solo. Los amigos y familiares deben intervenir si alguien parece estar sufriendo una depresión severa, especialmente si se trata de un menor.

Según Carmen torres, especialista de los Servicios de Atención Psiquiátrica de la Secretaría de Salud, este padecimiento puede presentarse en los pequeños desde los tres años de edad, hasta la adolescencia y la adultez.

En este sentido, los padres tienen la obligación de evitar cualquier reacción que afecte al niño, evitando la violencia en el hogar, previniendo el bullying escolar, e impidiendo que el menor pase demasiado tiempo frente a dispositivos electrónicos, los cuales podrían apartarlo del mundo real.

Si consideras que tu hijo podría estar pasando por una situación así, vale pena que visites a un profesional para recibir asesoría. Tu apoyo es fundamental, recuerda que puedes ayudarle a recuperar su vida habitual.

 

Vía: Notimex/ Kids Health