La mayoría de los medicamentos trae consigo el riesgo de efectos secundarios. No se habla mucho al respecto, pero la depresión es uno de ellos. De acuerdo con un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association, cerca de 200 medicamentos con receta, incluidos aquellos que suelen usar los adultos mayores, pueden provocar depresión.

Lamentablemente, muchos médicos no lo saben, o no informan a sus pacientes al respecto, según el autor del estudio Mark Olfson, profesor de psiquiatría y epidemiología en la Universidad de Columbia, en Nueva York.

Por este motivo, es importante tener en cuenta la conexión y saber cuándo un medicamento podría afectar tu estado de ánimo. Si no es posible reducir la dosis de manera segura, es necesario recurrir a otros métodos para tener un estado anímico normal.

“Podemos hablar con un paciente sobre los cambios de estilo de vida que pueden ser útiles. Por ejemplo, comenzar una rutina diaria de caminata, si su estilo de vida ha sido sedentario, ya que el ejercicio puede ayudar a mejorar el estado de ánimo —o a tener más conexiones sociales—. El sentido de pertenencia también puede mejorar el estado de ánimo”, recalcó el experto.

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Recomendaciones

  1. Evalúa tu estado de ánimo. Ya sea que tomes varios medicamentos o ninguno, si tu estado de ánimo es malo durante 2 semanas consecutivas o más, comunícaselo a un especialista. Tu médico de cabecera puede ajustar tus medicamentos. Sin embargo, algunas personas pueden necesitar un psiquiatra para descifrar qué es lo que realmente les sucede.
  2. Examina tus medicamentos. Cuando hables con tu médico, pregúntale si alguno de tus medicamentos podría ser causa de depresión. Lleva todos tus medicamentos con receta y de venta libre para que el médico pueda examinarlos.
  3. Si tu médico no parece estar familiarizado con los efectos secundarios de tus medicamentos, haz una cita con el farmacéutico donde surten tus recetas.

 

Vía: Consumer Reports