El pasado 10 de octubre, con motivo del día Mundial de la Salud Mental, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó que aproximadamente un 15 por ciento de los adultos mayores de 60 años sufren de algún trastorno mental, siendo los de mayor prevalencia la depresión y la demencia.
Ante ello, el organismo recomendó a los países la creación de alternativas comunitarias para atender a este sector y capacitar a los familiares que cuidan de ellos.
Este año, la conmemoración de este día tuvo como lema “Salud Mental y Adultos Mayores”, y con motivo de esta fecha la OPS destacó que en el año 2006 en el continente americano existían aproximadamente 100 millones de personas con más de 60 años de edad, cifra que se estima llegará a 200 millones para el 2020. Dentro de este grupo de edad se calcula que, a nivel mundial, el 7% sufre depresión, mientras que otro 5% padece demencia. Otros trastornos como la ansiedad alcanzan el 3.8% dentro de este grupo poblacional y una cuarta parte de las muertes autoinflingidas suceden en este grupo.
Al respecto, la directora de la organización, Carissa F Etienne, afirmó que en los últimos 25 años se han tenido avances importante en el tema de la reforma en la salud mental. En este sentido, dijo, el viejo modelo de asilo ha ido sufriendo un cambio progresivo hacia un modelo basado en la comunidad, en el cual se tienen en cuenta los derechos humanos de los usuarios.
A pesar de esta transición, los datos indican que en los hospitales psiquiátricos de la región un porcentaje superior al 50% de los ancianos internados permanecen ahí debido a la falta de alternativas comunitarias. “Debemos desarrollar servicios comunitarios que puedan dar respuesta a esta problemática y capacitar a las familias para que sepan cómo acompañar mejor a sus seres queridos en esas situaciones”, destaca Jorge Rodríguez, asesor regional de Salud Mental de la OPS/OMS.
Entre las estrategias de tratamiento y asistencia que recomienda el organismo internacional están la atención de salud mental eficaz para adultos mayores a nivel comunitario; la formación y capacitación para quienes atienden en el hogar a los adultos mayores; capacitación de personal sanitario para atender este sector; condiciones de vida digna y entorno que propicie el bienestar; y la creación de un marco legislativo apropiado.
Otras recomendaciones para la prevención son la realización de actividades físicas y mentales, construcción y reforzamiento de los lazos familiares y afectivos, y el cuidado de la salud. La OPS agrega además que si bien no hay cura para la demencia, se trata de un padecimiento para el cual sí existe un tratamiento que puede resultar en una vida más larga y una mejor calidad de vida.
Fuente: Organización Panamericana de la Salud.
