Las cunas suelen ser el lugar donde duermen los recién nacidos durante sus primeros meses de vida. Por su parte, los cochecitos son uno de los primeros juguetes para los niños pequeños. Sin embargo, durante los últimos años se ha presentado un aumento en las lesiones que estos productos causan tanto en bebés como en niños pequeños.

De acuerdo con un reciente estudio estadounidense, una cantidad cada vez mayor de bebés y niños pequeños acaban en emergencias por lesiones relacionadas con los cochecitos, las cunas y otros productos para los pequeños infantes.

La mayoría de estas lesiones son conmociones cerebrales y, aunque solo el 1% de las lesiones sean culpa de “fallos” reales del producto, estos todavía se pueden “diseñar más inteligentemente”, detalla el estudio, elaborado por especialistas del Hospital Pediátrico Nacional, en Columbus, Ohio, en Estados Unidos.

Aunque “se trata solo de las lesiones lo suficientemente graves para ser tratadas en una sala de emergencias”, es un aspecto que deben tener en cuenta los padres de familia, indicó Tracy Mehan, directora de investigación traslacional en el Centro de Investigación y Políticas sobre Lesiones del citado hospital.

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De acuerdo con la especialista, las cunas pueden suponer un riesgo para los bebés de quedar atrapados o de sufrir asfixia, especialmente si los padres usan un colchón que no está diseñado para la cuna o si ponen sábanas u otros objetos blandos.

Por su parte, con los cochecitos, los niños pequeños pueden hacerse daño si este se vuelca o se va rodando solo, indicó Tracy.

Para evitar estos accidentes, los padres pueden tomar medidas preventivas. “Asegúrese que está usando estos productos con cuidado y use todas las medidas de seguridad el 100% de las veces”, señaló la doctora Bárbara Pena, directora de investigación del departamento de emergencias del Hospital Pediátrico Nicklaus, en Miami.

Otras medidas de prevención aconsejadas por los especialistas son:

-Antes de comprar un producto para bebés, investigar en fuentes fiables, como la Academia Americana de Pediatría.

-Comprobar periódicamente si se ha retirado del mercado algún producto para bebés.

-Tomarse un tiempo para leer el manual de los productos para asegurarse de que sabe usar el producto y todas sus medidas de seguridad.

 

Vía: Health Library