La donación de sangre es importante porque contribuye a salvar vidas. Y es que la sangre es el regalo más valioso que se puede ofrecer a otra persona.
La sangre es un tejido que sólo se obtiene de la donación, pues no se puede sustituir su falta con otra sustancia. En este sentido, existe una necesidad constante de donaciones regulares, pues la sangre sólo se puede conservar durante un tiempo limitado.
Por ello, las donaciones regulares de sangre por un número suficiente de personas sanas son fundamentales para garantizar su disponibilidad en el momento y lugar que se precise.
En todo caso, después de hacer una donación de sangre es importante permitir que el cuerpo se recupere. Para ello, en primera instancia, es importante que se beban líquidos adicionales y que no se beba alcohol durante las 24 horas siguientes a la donación.
Durante el día de la donación, se debe evitar el ejercicio intenso así como levantar objetos pesados.
Además, es fundamental que el resto de ese día no hagas nada que te haga sentir mareado.
Recuerda que puedes quitar el vendaje del brazo pocas horas después de la donación.
Utiliza agua y jabón para limpiar suavemente el área alrededor del sitio de la inyección.
Si esta área comenzara a sangrar, se debe ejercer presión y extender el brazo hacia arriba durante 10 minutos o, bien, hasta que el sangrado desaparezca.
Pregunta todas las dudas que tengas sobre cómo recuperarte adecuadamente cuando vayas a donar. Asimismo, aquí puedes revisar algunas sugerencias sobre cómo prepararte para la donación.
Vía: IMSS, OMS, HealthDay New
