La familia es vista como uno de los lazos más fuertes que tiene una persona. En general, las familias suelen tener una buena relación entre sus integrantes. No obstante, en cualquier momento pueden llegar a surgir situaciones en las que lo más recomendable será tomar terapia familiar.

Aunque el término pueda sonar alarmante para mucha gente, lo cierto es que una terapia familiar no necesariamente es sinónimo de que una familia es disfuncional, ni tampoco es un indicativo de que está a punto de separarse.

Se trata simplemente de un tipo de terapia psicológica que puede ayudar de forma importante a los integrantes de una familia a mejorar su comunicación y, de paso, resolver algunos conflictos.

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Está por demás comprobado que las relaciones familiares pueden llegar a tener un papel fundamental en la salud integral de sus miembros, por lo que pertenecer a una familia unida es sinónimo de bienestar.

¿En qué momento se debe recurrir a ella?

La terapia familiar comúnmente es proporcionada por un psicólogo, un asistente social clínico o un terapeuta acreditado por alguna institución especializada.

Este tipo de terapia suele ser a corto plazo. Asimismo, puede involucrar a todos los miembros de la familia o bien solamente a quienes pueden ir o tienen la voluntad de participar.

Algunos de los motivos principales por los que es recomendable que una familia acuda a terapia son los siguientes:

1. Cuando existen relaciones conflictivas dentro del núcleo familiar, ya sea entre la pareja, los hijos u otros miembros de la familia. Los principales detonantes suelen ser problemas matrimoniales, dificultades económicas o conflictos entre padres e hijos.

2. Cuando alguno de los miembros presenta una enfermedad mental o una adicción. Estos casos suelen requerir terapia adicional o tratamiento de rehabilitación.

3. Cuando toda la familia o alguno de sus miembros experimentó o fue testigo de un hecho traumatizante, como puede ser un accidente, un desastre natural o un caso de violencia.

4. Cuando la familia acaba de sufrir el fallecimiento de uno de sus integrantes.

5. Cuando se experimenta un periodo de incertidumbre o de estrés, como puede ser el haberse cambiado de residencia, especialmente si se cambió de país o estado.

 

Vía: Mayo Clinic, Guía Psicología