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La pandemia de COVID-19 cambió la vida de las personas de muchas maneras. Ahora, un nuevo estudio realizado en Estados Unidos y publicado en la revista Nature Behavior confirma otro efecto: la paranoia y la creencia en las teorías de la conspiración, especialmente en áreas con poca adherencia al uso de cubrebocas.

«Nuestra psicología se ve enormemente afectada por el estado del mundo que nos rodea», señaló Phil Corlett, profesor asociado de psicología en la Universidad de Yale y autor del estudio.

Cuando comenzó la pandemia, Corlett y sus colegas ya estaban estudiando el papel que juega la incertidumbre en el desarrollo de la paranoia (delirios de ser perseguidos o sentirse extremadamente temerosos). Los investigadores utilizaron un juego de cartas simple en el que las reglas podían cambiar repentinamente, provocando un aumento de la paranoia y un comportamiento errático entre los participantes.

«Continuamos recopilando datos durante el confinamiento y la reapertura. Fue una de esas raras incidencias fortuitas en las que pudimos estudiar lo que sucede cuando el mundo cambia de forma rápida e impredecible», indicó Corlett.

Mediante encuestas en línea y los mismos juegos de cartas, los investigadores detectaron un aumento de los niveles de paranoia y un comportamiento errático entre la población general estadounidense durante la pandemia.

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Las tasas fueron más altas en los estados donde se exigía el uso de cubrebocas, en comparación con aquellos con restricciones más flexibles. Pero fueron más elevadas en áreas donde la adherencia a las reglas era más baja y donde algunas personas sentían más firmemente que las reglas debían seguirse.

«Esencialmente, la gente se volvía paranoica cuando había una regla y la gente no la seguía», dijo Corlett.

El estudio también encontró que las personas con niveles más altos de paranoia eran más propensas a respaldar conspiraciones sobre el uso de cubrebocas y vacunas.

Corlett destacó que las teorías de la conspiración han florecido en el pasado durante tiempos difíciles. Una postulación notable sostenía que los ataques terroristas del 11 de septiembre fueron orquestados por el gobierno de Estados Unidos. «En tiempos de trauma y grandes cambios, lamentablemente, solemos culpar a otro grupo», finalizó.

Con base en lo anterior, si la paranoia está afectando tu salud y calidad de vida, consulta a tu médico y a un profesional de la salud mental.

 

Fuente: Health Day News