De acuerdo con el doctor Deepak L. Bhatt, editor en jefe de la publicación Harvard Heart Letter de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), cuando las personas reciben stents (pequeños tubos de malla metálica que ayudan a abrir arterias estrechas), los médicos recetan aspirina de forma rutinaria junto con otro medicamento que previene los coágulos. Estos medicamentos incluyen clopidogrel, prasugrel y ticagrelor. Al igual que la aspirina, evitan que los componentes sanguíneos llamados plaquetas se peguen y formen coágulos. Los coágulos que se forman dentro del stent, lo que se conoce como trombosis del stent, pueden provocar un ataque cardíaco.

Según el experto, la combinación de aspirina y uno de estos medicamentos antiplaquetarios más fuertes se conoce como terapia antiplaquetaria dual (TAPD). La cuestión de cuánto tiempo deben permanecer los pacientes en TAPD ha sido un tema de debate durante muchos años. Las pautas actuales sugieren al menos un año en personas que necesitan una colocación de stent de emergencia y al menos seis meses después de un procedimiento de stent que no es de emergencia. Sin embargo, los médicos pueden ajustar esta línea de tiempo en función de la situación específica de un individuo. Por ejemplo, las personas que reciben un stent después de un ataque al corazón o un síndrome coronario agudo (una pérdida repentina del flujo sanguíneo al corazón) pueden beneficiarse de permanecer con los medicamentos durante un período adicional más allá del primer año, con la posibilidad de recibirlos de forma indefinida.

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Esto bajo la suposición de que no desarrollarán complicaciones hemorrágicas importantes, el principal efecto secundario de la TAPD. El sangrado mayor incluye hemorragia abundante en las heces u orina. Es posible que las personas que desarrollen hemorragias importantes deban dejar de tomar los medicamentos antes de tiempo. Lo ideal sería que permanezcan en TAPD durante al menos un mes, si es posible. En raras ocasiones, el sangrado puede ocurrir en el cerebro, propiciando una complicación incapacitante o fatal. También pueden producirse hemorragias molestas, como hemorragias frecuentes de las encías o hemorragias nasales, lo que también podría justificar una duración menor de la TAPD.

Otra opción que puede recomendarte tu médico es dejar de tomar la aspirina y continuar tomando solo el otro medicamento antiplaquetario. Tomar un inhibidor de la bomba de protones como omeprazol, que está disponible sin receta, o pantoprazol (solo con receta), puede ayudar a reducir el riesgo de hemorragia gastrointestinal en personas que toman TAPD, pero consulta primero con tu médico.

La decisión de permanecer en TAPD debe ser reevaluada periódicamente por el médico a medida que las personas envejecen. Con la edad, las personas suelen desarrollar otras afecciones que aumentan el riesgo de hemorragia, ataque cardíaco o ambos, de ahí la importancia de estas evaluaciones.

 

Vía: Harvard Medical School