De acuerdo con el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH), los stents son tubos hechos de malla metálica, tela, silicona o una mezcla de diferentes materiales que mantienen abiertos los vasos sanguíneos que se bloquean, debilitan o se hacen más estrechos dentro del cuerpo.

¿Para qué se utilizan los stents?

Si bien la mayoría de nosotros creemos que los stents solo se utilizan para abrir arterias bloqueadas en el corazón, existen diferentes tipos de stents que se aprovechan en una variedad de regiones del cuerpo, así lo señala el doctor George Batsides, jefe de cirugía cardíaca en el Hackensack University Medical Center.

Los cirujanos cardíacos, los cardiólogos intervencionistas y los cirujanos vasculares son tres tipos de especialistas que insertan stents. Los stents más grandes se utilizan para tratar, por ejemplo, los aneurismas de la aorta abdominal y los aneurismas torácicos descendentes, mientras que los stents más pequeños se utilizan en el corazón. Los stents también se utilizan para tratar obstrucciones en las arterias de las piernas.

«Estos dispositivos se pueden usar para cualquier persona con enfermedad de las arterias coronarias», indicó Saleem Husain, cardiólogo intervencionista del JFK Medical Center, aunque la cirugía puede aportar un mejor beneficio para algunos pacientes, como por ejemplo, para aquellos con diabetes.

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La colocación de stents se usa para tratar el síndrome de dolor de pecho con angina inestable, ataques cardíacos y arterias cardíacas endurecidas y estrechas, agregó Husain.

¿Cómo se colocan los stents?

Los médicos utilizan pruebas de esfuerzo y estudios de imagen para determinar la necesidad de un stent.

Los stents cardíacos generalmente se colocan en las arterias afectadas mediante un pequeño catéter que se inserta en la muñeca o en la arteria femoral en la ingle. En la actualidad, los médicos prefieren la inserción a través de la muñeca porque hay mucho menos riesgo de sangrado u otras complicaciones, explicó Husain. Se coloca un globo para inflar la arteria y el propio stent mediante una aguja y un alambre, los cuales se introducen a través del catéter.

¿Cómo es la recuperación?

Dependiendo de la complejidad, el procedimiento dura entre 15 minutos y dos horas, pero el tiempo de recuperación es rápido. Por lo general, se realiza en un laboratorio
de cateterismo y la persona puede reanudar sus actividades normales con bastante rapidez.

Después del procedimiento, los pacientes recibirán un régimen de aspirina y un agente antiplaquetario (para evitar la formación de coágulos), y deben someterse a chequeos regulares con su cardiólogo principal, destacó Batsides. A menos que tu cardiólogo indique lo contrario, los pacientes con un stent cardíaco deberían poder mantener una vida activa, agregó el experto.

 

Vía: Hackensack Meridian Health