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¿Sabías que alrededor del 46% de los 1,280 millones de adultos en el mundo con hipertensión no saben que la padecen? Esto, según la Organización Mundial de la Salud, tiene implicaciones alarmantes, especialmente cuando se trata de enfermedades como el Alzheimer. Vivir con hipertensión no controlada puede aumentar significativamente el riesgo de padecer Alzheimer en personas de 60 años o más.

El riesgo de la hipertensión no tratada

Las personas con hipertensión no tratada tienen un 36% más de probabilidad de desarrollar Alzheimer en comparación con aquellas sin hipertensión, y un 42% más de riesgo si se comparan con personas que toman medicación para controlar su presión arterial.

Además, el peligro no disminuye con la edad: incluso personas mayores de 70 u 80 años tienen un menor riesgo de Alzheimer si tratan adecuadamente su hipertensión.

Pero el problema no sólo se limita al Alzheimer. Las personas con hipertensión no medicada tienen un 69% más de riesgo de desarrollar otros tipos de demencia, mientras que las que tienen hipertensión mal controlada pero medicada presentan un riesgo un 33% mayor.

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La importancia de controlar la hipertensión

El control de la hipertensión es fundamental, pero muchas personas no toman sus medicamentos con regularidad, o su hipertensión es resistente al tratamiento. Sólo 1 de cada 5 personas tiene su hipertensión bajo control, lo que es alarmante si consideramos el impacto que esto tiene en el cerebro y el corazón.

Un aumento de 20 puntos en la presión sistólica puede duplicar el riesgo de sufrir episodios cardiovasculares, como ataques cardíacos. Y aunque muchas personas asocian la hipertensión principalmente con el corazón, su impacto va más allá. La hipertensión no controlada puede afectar cualquier parte del cuerpo, incluido el cerebro, aumentando el riesgo de enfermedades renales, diabetes tipo 2, apoplejías y demencia en general.

¿Qué hacer para prevenir estas enfermedades?

  • Haz un seguimiento regular de tu presión arterial. Dado que esta puede fluctuar a lo largo del día, es importante tomar varias lecturas en diferentes momentos. Esto te dará una mejor idea de tu nivel promedio de presión arterial.
  • Utiliza un tensiómetro validado. Elige un aparato automático de brazo con manguito. Los medidores de muñeca o dedo no son tan fiables.
  • Toma tu medicación diaria. Muchas personas se olvidan de tomar sus medicamentos a tiempo, lo que puede ser peligroso. Es recomendable utilizar pastilleros o algún tipo de recordatorio para asegurar el cumplimiento de las dosis diarias.
  • Mejora tu estilo de vida. Adoptar una dieta rica en frutas, verduras y baja en sodio puede tener un impacto significativo en la reducción de la presión arterial. La dieta DASH es una excelente opción para reducir la ingesta de sal y mejorar la salud cardiovascular. Además, el ejercicio regular, la reducción del estrés y un buen descanso pueden mejorar enormemente la salud arterial.

El control adecuado de la hipertensión no sólo protege al corazón, también es crucial para mantener el cerebro sano y prevenir enfermedades devastadoras como el Alzheimer.

 

Fuente: Fundación Española del Corazón