Un angiograma o angiografía de cabeza y cuello es una prueba de rayos X que utiliza un tinte especial y una cámara (fluoroscopia) para tomar imágenes del flujo sanguíneo en los vasos sanguíneos de la cabeza y el cuello. Se puede usar una angiografía del cuello (también llamada angiografía carotídea) para observar las arterias grandes del cuello que van al cerebro. Se puede usar un angiograma de la cabeza (angiograma cerebral) para observar las venas o las cuatro arterias (estudio de cuatro vasos) que llevan sangre al cerebro.

Durante una angiografía, se coloca un tubo delgado y suave llamado catéter en un vaso sanguíneo en la ingle o justo por encima del codo. El catéter se guía hacia el área de la cabeza y el cuello. Después, se inyecta un tinte de yodo (material de contraste) en el vaso para que el área se vea claramente en las imágenes de rayos X. Las imágenes de la angiografía se pueden convertir en películas de rayos X normales o se pueden almacenar como imágenes digitales en una computadora.

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Un angiograma puede encontrar un bulto en un vaso sanguíneo (aneurisma). También puede mostrar un estrechamiento o un bloqueo en un vaso sanguíneo que ralentiza o detiene el flujo sanguíneo. Se puede observar un patrón anormal de vasos sanguíneos (malformación arteriovenosa) o vasos anormales cerca de un tumor.

Una angiografía por resonancia magnética (ARM) o una angiografía por tomografía computarizada (ATC) pueden ser una opción en lugar de una angiografía estándar. Cada una de estas pruebas es menos invasiva que el angiograma tradicional. Algunas pruebas de ARM y todas las pruebas de ATC requieren una inyección de tinte. Esta última también requiere de exposición a la radiación.

Si deseas saber más sobre esta prueba, consulta a tu médico.

 

Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan Health