Los ataques cardíacos, también llamados infartos de miocardio, son muy comunes en todo el mundo. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), tan solo en dicho país, un infarto ocurre cada 40 segundos.
Un ataque cardíaco puede dañar los músculos del corazón y afectar su función. Lo anterior puede incluir cambiar el ritmo cardíaco y reducir la capacidad de este vital órgano para bombear sangre de manera efectiva a todos los órganos y tejidos de tu cuerpo.
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Por ello y después de un ataque al corazón, es importante trabajar con tu equipo de atención médica para diseñar un plan de recuperación. Dicho plan puede incluir los siguientes cambios en el estilo de vida:
- Participar en ejercicio ligero o moderado, según lo apruebe tu médico.
- Comer una dieta rica en nutrientes, balanceada y baja en grasas saturadas y trans.
- Perder peso si tienes kilos de más.
- Dejar de fumar si tienes este mal hábito.
- Monitorear de cerca tus niveles de azúcar en la sangre si tienes diabetes.
- Tomar medidas para mantener la presión arterial y el colesterol dentro de un rango saludable.
- Evitar actividades extenuantes, especialmente poco después del ataque al corazón en rehabilitación cardíaca.
Fuente: Healthline
