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El número promedio de consultas semanales concretadas a través de una red de telemedicina para personas que sufrieron infarto cerebral disminuyó durante la pandemia de COVID-19, y los pacientes afroamericanos tuvieron menos probabilidades de presentar un evento vascular cerebral (EVC), así lo reveló un estudio publicado esta semana en la revista Stroke.

Cori Cummings, de la Universidad Médica de Carolina del Sur en Charleston, junto con sus colegas, realizó una revisión de las historias clínicas de pacientes que fueron atendidos mediante una red de telemedicina para EVC en Carolina del Sur desde marzo de 2019 hasta abril de 2020. Los pacientes fueron divididos en dos grupos: previo a la pandemia de COVID-19 (marzo de 2019 a febrero de 2020) y durante la pandemia de COVID-19 (marzo a abril de 2020).

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Se incluyeron datos de 5,852 pacientes, de los cuales, 613 (10.5 por ciento) fueron atendidos durante la pandemia. Los investigadores descubrieron que en lo que va de la crisis mundial por coronavirus, el número promedio de consultas semanales disminuyó de 112 a 77. No se observaron diferencias en las características iniciales; sin embargo, a lo largo de la pandemia, los pacientes negros mostraron menos probabilidades de presentar eventos cerebrovasculares (13.9 por ciento frente al 29 por ciento).

«Más preocupante es el hecho de que la disminución en el número de pacientes negros que presentaron un EVC no se asoció con un incremento en la gravedad del infarto cerebral en los pacientes que se presentaron a sus consultas, lo que podría indicar que incluso los pacientes con eventos cerebrovasculares graves no acudieron a las salas de emergencia para su evaluación. Si no se toman medidas, esta renuencia a buscar atención puede empeorar la disparidad existente en el resultado del infarto cerebral».

 

Vía: Health Day News