En la actualidad, la gran mayoría de las familias son pequeñas, es decir, están conformadas por los padres y solo uno o dos hijos. Este escenario es completamente diferente al que se observaba en décadas pasadas, donde las familias tendían a ser grandes, compuestas por varios hijos.

Las razones para que este cambio haya ocurrido son varias. Pero esto no quiere decir que tener una familia pequeña sea algo ‘mejor’ o peor’ que contar con una familia numerosa.

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Aquellas familias conformadas por 1 o 2 hijos tienden a tener una serie de ventajas y desventajas, sobre todo en lo que se refiere al cuidado de los hijos y la convivencia.

Ventajas

De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría (AAP), algunos de los beneficios de formar parte de una familia pequeña son:

-Cada integrante recibe más atención, lo que aumenta su autoestima.

-Los hijos, sobre todo cuando son hijos únicos, tienden a tener niveles de logros personales y escolares más altos que los niños de familias más numerosas.

-Resulta más sencillo para los padres combinar su carrera profesional con su vida familiar, aumentando con ello su bienestar.

-El nivel de estrés general es menor, ya que a menudo existen menos conflictos.

Desventajas

Así como hay algunas ventajas, la AAP destaca que también hay desventajas, especialmente en familias con un solo hijo. Entre ellas se encuentran:

-Los padres pueden fácilmente volverse sobreprotectores e indulgentes.

-El niño podría tener menos oportunidades de conocer otros niños o desarrollar un sentido de independencia.

-Exceso de presión en el hijo por obtener demasiados logros.

-Debido a la atención desbordada, el hijo puede volverse egoísta e indisciplinado.

Consejos

Para que los padres que desean tener solo uno o dos hijos logren una convivencia saludable, la AAP recomienda una serie de consejos:

-Tener expectativas realistas para la edad del niño.

-Conocer otras familias con hijos de la misma edad y compartir la formar de educar.

-Mantener la propia vida social adulta, ya sea como pareja o en lo individual, en el caso de ser padre soltero.

-Por lo menos un día a la semana, separarse por unas horas. Hacerlo ayudará a padres e hijos a desarrollar sus identidades individuales.

-Dejar que el niño conozca a otros adultos de confianza.

-Proporcionar suficientes oportunidades para jugar con otros niños de su edad.

-Si le preocupa la salud o el desarrollo de su hijo, obtener asesoría de un pediatra tan pronto como sea posible.

Evitar que las ansiedades de los padres se desarrollen y limiten a los hijos por preocupaciones innecesarias.

 

Vía: Academia Americana de Pediatría