Cuando un hijo ingresa a la universidad es uno de los momentos que más llenan de orgullo a los padres de familia. Se trata de un paso importante en la vida de los jóvenes, pero también puede significar una etapa de estrés, advierten especialistas.

En la mayoría de los casos, el hecho de ingresar a la educación superior significa un aumento en las obligaciones y exigencias de un joven, motivos que pueden poner en riesgo su salud integral, resaltaron especialistas de la Jed Foundation, organización estadounidense sin fines de lucro que tiene como objetivo proteger la salud emocional y prevenir el suicidio en los jóvenes.

Conoce más: Consejos para criar hijos emocionalmente fuertes

La etapa universitaria se caracteriza por una marcada nueva independencia, la cual, junto con las presiones del trabajo académico y la necesidad de encajar en la sociedad, puede provocar un desequilibrio emocional en los jóvenes. De ahí la importancia de que los padres no abandonen a sus hijos durante este periodo.

Retos y riesgos

Entre los retos que enfrentan la mayoría de los jóvenes universitarios se encuentran:

-Exigencias académicas más serias.

-Tener que hacer nuevos amigos.

-Vivir solos.

-Vivir con un presupuesto ajustado.

-Una nueva libertad, con las tentaciones que eso conlleva.

Por otra parte, algunos de los riesgos latentes que corre un joven al no poder mantener un equilibrio emocional en esta etapa, son:

-Problemas de adicciones.

-Depresión.

-Angustia.

-Ansiedad.

-Depresión.

-Trastornos alimenticios.

Señales de alerta

Los padres deben mantenerse alerta de los posibles síntomas que denuncien la posible presencia de un malestar psicológico:

-Problemas para dormir.

-Cambios drásticos en el apetito.

-Aumento de los dolores de cabeza y las enfermedades.

-Discutir más y ser más impaciente.

Consejos

Los consejos y las experiencias que los padres de familia compartan con sus hijos serán de gran ayuda para facilitarles pasar por esta transición.

Los expertos recomiendan:

-Seguir ofreciendo respaldo emocional, aunque su relación esté cambiando.

-Hablar abiertamente sobre las decisiones que los jóvenes deben tomar por su cuenta y en qué momento deben pedirle ayuda a los padres.

-Hablar sobre cómo establecer prioridades y las formas saludables para manejar el estrés, como hacer ejercicio en lugar de beber alcohol.

-Conocer los servicios que ofrece el campus universitario, incluyendo la consejería académica y emocional.

-Usar las videollamadas y las visitas de fin de semana para observar cualquier cambio alarmante.

 

Vía: Health Day News