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Si tú o alguno de tus familiares tiene la preocupación de desarrollar cataratas, les gustará saber que un equipo de investigadores españoles logró comprobar que incluir vegetales verdes en la dieta puede reducir el riesgo de que aparezcan en casi un 30%. Aunque este efecto se había observado previamente en ratones, esta es la primera vez que se ha descrito dicho beneficio en seres humanos.

Recordemos que una catarata es una opacificación en la lente del ojo que dificulta la visión. Es una causa frecuente de ceguera asociada al envejecimiento y a ciertas patologías como la diabetes tipo 2. Pero existen otros factores de riesgo, entre ellos la obesidad, la alimentación, el tabaquismo y el alcohol.

Entre los mecanismos implicados en la formación de cataratas, la oxidación e inflamación parecen desempeñar un papel relevante. Para corroborarlo, expertos de la Universidad Rovira i Virgili, del Instituto de Investigación Sanitaria Pere y Virgili y el Ciber Fitopatología de la Obesidad y Nutrición evaluaron la relación entre la dieta que incluye alimentos con vitamina K y la aparición de cataratas.

Teniendo en cuenta que la vitamina K posee propiedades anti-inflamatorias y antioxidantes, y también está relacionada con una glucosa saludable y con el metabolismo de la insulina, los investigadores teorizaron que su consumo podría estar asociado con un menor riesgo de cataratas en una población de personas mayores originarias del Mediterráneo.

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Así, fueron capaces de demostrar el beneficio de consumir vitamina K —la cual se encuentra en las verduras, particularmente en los vegetales de hoja— sobre el riesgo de desarrollar cataratas. El trabajo, concretado por Mónica Bulló y Jordi Salas, utilizó datos de 5,860 personas que participaron en el estudio aleatorizado «Prevención con la Dieta Mediterránea (PREDIMED)», dándoles seguimiento durante casi seis años.

La muestra incluyó a hombres y mujeres con edades entre los 60 y 80 años, quienes tenían factores de riesgo cardiovascular y fueron monitoreados mediante visitas periódicas. Estas consultas obtuvieron parámetros de salud y estilo de vida, así como datos sobre su alimentación.

Un total de 768 participantes desarrollaron cataratas durante la investigación. Los resultados confirmaron que las personas que consumieron más vitamina K tuvieron un menor riesgo de cataratas, alrededor de 30% menos riesgo en comparación con los que consumieron menor cantidad de este nutriente. Aunque tal efecto ya se había observado antes en ratones, esta es la primera vez que se describe el beneficio en seres humanos.

 

Vía: Agencia SINC