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Un nuevo estudio publicado en la revista Neurology señala que las conmociones cerebrales pueden aumentar el riesgo, a largo plazo, de una amplia gama de trastornos del sueño.

Los investigadores observaron a más de 98,700 veteranos estadounidenses diagnosticados con una lesión cerebral traumática (LCT) y a la misma cantidad de veteranos sin antecedentes de LCT. Las lesiones cerebrales iban desde un traumatismo cerebral leve (conmoción cerebral) hasta uno grave.

Ninguno de los participantes tenía trastornos del sueño al comienzo de la investigación, pero durante 14 años de seguimiento, el 23% de los que sufrieron LCT desarrollaron trastornos del sueño, en comparación con el 16% de los que no tenían antecedentes de lesión cerebral.

«Descubrimos que las personas con LCT tenían un mayor riesgo de insomnio, apnea del sueño, trastornos del movimiento relacionados con el sueño y somnolencia diurna excesiva, que fueron todos los trastornos del sueño que analizamos», indicó el doctor Yue Leng, epidemiólogo e investigador del sueño en la Universidad de California, en San Francisco, y autor del estudio.

Después de tomar en cuenta otros factores de riesgo para trastornos del sueño como la diabetes, el consumo de tabaco o el trastorno por consumo de sustancias, los investigadores concluyeron que las personas con LCT tenían un 40% más de probabilidades de desarrollar un trastorno del sueño que las que no la tenían.

La asociación fue más fuerte para los veteranos que tenían conmociones cerebrales, en comparación con los que tenían LCT moderada o grave.

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El estudio encontró que el 11% de los veteranos con LCT desarrollaron apnea del sueño y el 12% desarrolló insomnio, en comparación con el 8% y el 7%, respectivamente, de aquellos que no sufrieron LCT. En la apnea del sueño, la respiración se detiene y comienza repetidamente durante la noche, mientras que las personas con insomnio tienen problemas para conciliar el sueño o permanecer dormidas.

Además, el estudio encontró que tener un trastorno de estrés postraumático no aumentó ni disminuyó el riesgo de trastornos del sueño.

«Debido a que los trastornos del sueño afectan la calidad de vida de las personas y su proceso de rehabilitación, es importante desarrollar estrategias para identificar estos trastornos de manera temprana y prevenir que ocurran después de que se sufran lesiones cerebrales traumáticas, para así mejorar la salud y la calidad de vida de las personas en general», destacó Leng.

Se necesitan más trabajos para comprender el vínculo entre la diferente gravedad de la LCT y el desarrollo de los trastornos del sueño, agregó.

«La asociación más fuerte observada en las personas con LCT leve podría deberse a un mecanismo de lesión cerebral que es distinto para tales lesiones», subrayó Leng.

Por ejemplo, una lesión cerebral traumática leve a menudo implica lesiones repetitivas por conmoción cerebral o lesiones por aceleración o desaceleración que causan heridas e inflamación más difusas, explicó. Por otro lado, los traumatismos craneoencefálicos moderados o graves a menudo se deben a un golpe directo en la cabeza con un daño más focalizado pero severo.

Si tienes más dudas cobre cómo las conmociones cerebrales pueden causar trastornos del sueño, consulta a un especialista médico en el ramo.

 

Vía: Health Day News