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La pandemia está cobrando un gran precio en la psique de la población mundial. Tan solo en Estados Unidos, un estudio publicado en la revista Morbidity and Mortality Weekly Report, de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de dicho país, reveló que alrededor del 41% de los adultos encuestados a finales de junio «reportaron una condición adversa de salud mental o conductual».

Dicho porcentaje representa es un gran aumento desde 2019. Por ejemplo, los datos muestran que la cantidad de personas que padecen un trastorno de ansiedad se triplicó a finales de junio en comparación con la misma época del año pasado, y la cantidad de personas con depresión se multiplicó por cuatro.

Los resultados, basados ​​en encuestas realizadas por los CDC entre el 24 y 30 de junio, también muestran que «una cuarta parte de os encuestados dijeron tener síntomas de trastornos relacionados con el trauma y el estrés».

Aproximadamente, 1 de cada 10 encuestados también dijo haber comenzado o aumentado su uso de alcohol o drogas ilícitas durante la pandemia, indicó Rashon Lane, del Equipo de Respuesta COVID-19 de los CDC y líder del trabajo.

También se observó un aumento de los pensamientos suicidas. En comparación con datos del 2018, «cerca del doble de los encuestados reportaron haber considerado seriamente el suicidio en los 30 días anteriores», reveló el informe.

«Los profesionales y las organizaciones de salud mental habían pronosticado un aumento de los problemas de salud mental asociados con la pandemia, y este estudio aporta datos importantes para respaldar las preocupaciones de salud pública que se han planteado», comentó el psiquiatra Timothy Sullivan, director de psiquiatría y ciencias del comportamiento en el Hospital Universitario de Staten Island, en Nueva York, quien cree que existe una tensión particular sobre los estadounidenses a quienes se les ha confiado el cuidado de otras personas.

En el nuevo informe, «más del 30% de los cuidadores informaron tener pensamientos suicidas, al igual que más del 21% de los trabajadores esenciales», mencionó Sullivan.

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El estudio se basó en encuestas confidenciales en línea realizadas entre más de 5,400 personas mayores de 17 años. Algunas ya habían participado en encuestas similares realizadas en abril y mayo.

La presión sobre los cuidadores no remunerados de adultos (personas que cuidan a sus seres queridos discapacitados en casa) parece particularmente problemática. Según el estudio, la tasa de abuso de sustancias y/o pensamientos suicidas entre los cuidadores no remunerados se triplicó con creces entre mayo y finales de junio, informó el grupo de Lane.

Los estadounidenses mayores parecen ser más resistentes a la tensión de la pandemia en comparación con los jóvenes: el estudio encontró que las tasas de ansiedad, depresión, abuso de sustancias y pensamientos suicidas eran más prevalentes entre las personas de 18 a 24 años, y la prevalencia de estos problemas disminuyó » progresivamente con la edad «.

Asimismo, el estudio encontró que los afroamericanos e hispanoamericanos tendían a tener índices más altos de problemas de salud mental relacionados con la pandemia que los blancos.

Por supuesto, el desempleo o la amenaza del mismo es una fuente importante de ansiedad para millones en 2020. Por lo tanto, los esfuerzos dirigidos a «fortalecer los apoyos económicos para reducir la tensión financiera» deberían ser parte de un esfuerzo para impulsar la salud mental, destacaron los investigadores.

Por su parte, Sullivan resaltó que se debe hacer más para ayudar a quienes lo requieran a acceder a los servicios de salud mental. Esto incluye «apoyo regulatorio y de seguros para que los servicios de telepsiquiatría lleguen a las personas de comunidades que suelen estar desatendidas y a quienes se muestran reacios a buscar atención por temor a la infección», refirió.

Por su parte, el doctor Soteri Polydorou, director de los servicios de adicción en Northwell Health, en Glen Oaks, Nueva York, dijo que las personas que han recurrido al abuso de sustancias por la pandemia necesitan saber «que la ayuda y el apoyo están disponibles incluso durante la crisis por COVID-19″.

«Muchos proveedores de tratamiento de adicciones están ofreciendo acceso rápido a servicios de consejería y medicina de forma remota, así como opciones de tratamiento asistido por medicamentos como la buprenorfina [la droga contra la adicción]», dijo Polydorou.

 

Vía: Health Day News