La genética desempeña un papel importante en la constitución corporal y el peso. Pese a ello, los genes no son el factor decisivo. De acuerdo con especialistas, las personas pueden alcanzar y conservar un peso saludable alimentándose bien y manteniéndose activos.

En este sentido, existen otros factores que comparten las familias y pueden ser positivos, como los hábitos alimenticios saludables, mismos que se transmiten de padres a hijos. Otro aspecto fundamental es el ejercicio físico, debido a que el sedentarismo podría aumentar el riesgo de sobrepeso.

Si los padres se alimentan con comida rápida o refrigerios ricos en calorías, sus hijos tenderán a hacer lo mismo.

Conoce más: Percepción de los padres afecta el peso de los niños

Recomendaciones

1. Comiencen el día con un desayuno saludable.
2. Permite que los niños ayuden a planear y preparar una comida por semana.
3. Coman juntos como familia siempre que sea posible.
4. Recompensa a los niños con elogios, no con comida.
5. Habla con tu médico sobre suplementos vitamínicos para ti y tus hijos.
6. Intenten hacer entre 30 y 60 minutos de actividad física por día.
7. Incluyan la actividad física en su rutina diaria.
8. Conozcan sus necesidades diarias de calorías.
9. Limiten el tiempo para mirar televisión, usar la computadora o jugar videojuegos —a menos de 2 horas al día—.
10. Conviértete en un ejemplo para tus hijos y mantente activo cada día.

Recuerda, hasta los cambios más pequeños, como reducir las bebidas azucaradas o dar un paseo después de cenar, pueden ser útiles y marcar la diferencia.

 

Vía: Kids Health