El médico familiar es el mejor recurso cuando surgen preguntas o preocupaciones relacionadas con la salud de un miembro de la familia, de ahí la importancia de mantener una relación saludable.

En la actualidad, la relación entre un médico familiar y los pacientes ha cambiado drásticamente. Anteriormente se acostumbrara que fuera un doctor el encargado de llevar todo el historial médico de la familia y las consultas fueran largas.

No obstante, hoy en día la atención ha pasado a ser más efímera y distante, ya que la cantidad de pacientes que atiende un doctor es bastante elevada. Debido a ello, es sumamente importante aprovechar el tiempo de las consultas, para que se puedan resolver la mayor cantidad de dudas e inquietudes del paciente.

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Una de las claves para establecer una adecuada relación con el médico familiar es teniendo una comunicación abierta y manteniendo expectativas razonables.

Consejos para fomentar mejores relaciones médico-paciente

1. Ir preparado.- Se debe acudir a las consultas preparado con la mayor cantidad de detalles posible. De esta manera, cuando el médico pregunte cómo se encuentra el paciente, su diagnóstico podrá ser más acertado.

2. Mantenerse informado (sin exagerar).- Internet ofrece una amplia cantidad de información sobre temas de salud. Aunque es bienvenido que los pacientes lleguen con un poco de información sobre sus síntomas, no es recomendable que exageren, pues solo el médico está capacitado para determinar con exactitud el estado de salud de una persona.

3. Concentrarse durante las consultas.- Se deben evitar las distracciones para poder prestar atención a las respuestas del médico. Lo más recomendable es apagar el teléfono celular y concentrarse en el motivo de la visita (no utilizar el tiempo para discutir problemas de otra índole).

4. Tomar notas.- Tomar notas de las instrucciones sobre cuidados y la ingesta de medicamentos ayudará a no olvidar detalles y evitará que se tenga que volver a consultar al médico. En caso de no saber cómo administrar un medicamento, se debe preguntar a la enfermera o al doctor antes de marcharse de la oficina.

 

Vía: Kid’s Health