Es importante aprender a educar a los más pequeños del hogar. Cuando un niño obedece reglas, normas y órdenes, también está aprendiendo la importancia de colaborar y de convivir de manera sana con su familia y su entorno, de integrarse en la sociedad y de realizar tareas productivas.

Si bien todos los niños pueden aprender a obedecer, el camino para conseguirlo puede ser difícil. Para empezar, no se trata de imponer o amenazar, sino de un trabajo de paciencia, razonamiento y refuerzo positivo para que entiendan la importancia de la cooperación.

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¿Cómo se puede fomentar la obediencia en los niños?

  1. Empieza despacio. En cuestiones de obediencia, conviene ir poco a poco para lograr los mejores resultados. Empieza pidiendo cosas sencillas y que sean apetecibles para ellos.
  2. Da instrucciones sencillas y claras. Trata de buscar el momento y el espacio ideal.
  3. Evita quemar cartuchos. No conviene ser demasiado exigentes ni pedir cosas imposibles de realizar. Sé consciente de su edad y sus posibilidades.
  4. Intenta que cumplan a la primera. Hay que habituarles a responder con diligencia a lo que se les pide, a prestar atención y a darse cuenta de que si no cumplen puede haber consecuencias.
  5. Refuerza la buena conducta con palabras cariñosas. Esta es la mejor forma de reforzar su autoestima y de que crezca su deseo por mejorar su actitud.

Recuerda que la obediencia tiene peligros si se confunde con la sumisión. Un niño obediente es aquel que es capaz de acatar lo que le piden sus padres u otras personas porque reconoce su autoridad, les respeta, son un referente para él y porque le demuestran afecto y cariño.

 

Vía: 20 minutos.es