Practicar deportes es una actividad recomendada y común entre los adolescentes. Esto se debe, en parte, al deseo de competir que se comienza a desarrollar en esa edad y al exceso de energía que tienen los jóvenes.
La práctica deportiva es altamente recomendada por los expertos en salud, ya que aporta múltiples beneficios al desarrollo y bienestar. Sin embargo, es importante inculcar en los adolescentes un espíritu de competitividad saludable.
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Competir en cualquier deporte puede llegar a ser apasionante, por lo que los padres deben ayudar a sus hijos adolescentes a encauzar adecuadamente la pasión, para que sirva como una motivación y no genere estrés y/o ansiedad.
Consejos
Para conseguir este objetivo, expertos recomiendan a los padres seguir algunos consejos:
-Motivarlo a esforzarse al máximo. Cuando juegue o entrene, impulsarlo a dar lo mejor de sí mismo, para que conozca lo que es capaz de hacer.
-Cuando pierda, motivarlo a que no se dé por vencido. Explicarle que la derrota es parte de todo deporte y que simplemente debe volver a intentarlo. Tal vez necesite intentarlo muchas veces para dominar una nueva habilidad.
-Cuando gane, explicarle que está bien que lo disfrute, pero que no festeje de un modo que haga sentir mal a los demás competidores. Invitarlo a pensar en lo que cree que le ayudó a ganar y continuar haciéndolo.
-Animarlo y enseñarle la importancia de animarse a sí mismo. Invitarlo a mantener siempre una actitud ganadora, aunque pierda.
-Ayudarlo a controlar la presión, que no permita que los nervios le ganen.
-Evitar dotarlo de una presión excesiva. Es bueno esperar mucho de los hijos, pero si la presión es excesiva, es difícil que puedan dar lo mejor de sí.
-Invitarlo a no ser muy duro consigo mismo cuando no le salgan las cosas bien. Es normal cometer errores. Cada error es una oportunidad de aprender.
-Enseñarle la importancia de respetar las reglas, competir de manera segura y limpia.
-Ayudarlo a cuidar su salud. Los jóvenes necesitan energía para practicar deporte. Enseñarles la importancia de comer alimentos saludables y dormir bien.
Vía: Kid’s Health
