deportistas-jovenes.2Los niños y adolescentes han regresado a clases y han retomado sus respectivos deportes, lo que inevitablemente propicia golpes y rasguños, y seguramente lesiones más graves debido a la práctica deportiva.

Por ello, los médicos en medicina deportiva del Centro Médico del Hospital Pediátrico de Cincinnati, EU, afirman que la preparación es clave para reducir el riesgo de estas lesiones.

Primero que nada, recomiendan que los niños y adolescentes empiecen a hacer ejercicio mucho antes de que se inicie la temporada de deportes, al menos entre cuatro y seis semanas antes.

Los niños y adolescentes suelen entrenar en clima cálido, aumentando gradualmente el tiempo que pasan al aire libre expuestos al calor y la humedad. Deben hacerlo solo entre los primeros 10 días y las dos semanas de entrenamiento.

Los deportistas jóvenes deben hidratarse constantemente y tomar descansos cada 10 a 15 minutos. También deben usar ropa ligera y limitar su exposición al sol cuando estén al aire libre, principalmente durante las horas más calurosas del día. Una manera de mantenerse fresco es aplicar toallas empapadas con cubos de hielo y agua en la cabeza y cuello.

Si un niño muestra algún trastorno ocasionado por el calor, debe ser trasladado a la sombra o al área fresca más cercana. Debes bajar su temperatura corporal exponiendo su piel al hielo o agua fría y al aire fresco circulante.

Los médicos aconsejan que los niños con asma utilicen inhaladores preventivos entre 20 y 30 minutos antes del ejercicio, que realicen un calentamiento gradual y que cuenten con un inhalador a la mano durante los entrenamientos, partidos o competencias.

Los deportistas jóvenes deben usar el equipo de protección recomendado y ajustarlo correctamente. Los médicos advirtieron a los jóvenes sobre la importancia de comunicarle al entrenador o preparador físico si se sienten mareados, confundidos, o si tienen lapsus de memoria o dolor de cabeza después de sufrir un golpe en la cabeza.

Los niños y adolescentes que muestren estos síntomas deben dejar de jugar, competir o entrenar; además, deben ser examinados por un médico antes de volver a practicar el deporte.

De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría, tan solo en Estados Unidos, cerca de 3.5 millones de niños y adolescentes de 14 años o menos sufren lesiones causadas por un deporte o actividad recreativa cada año. Más de 775,000 de estos menores son tratados en emergencias a causa de lesiones relacionadas con los deportes.

 

Vía: National Library of Medicine