La gente está escuchando cada vez más el mensaje sobre los peligros del azúcar. De acuerdo con una encuesta realizada por la Fundación del Consejo Internacional sobre Información Alimentaria, casi el 70% de las personas en países como Estados Unidos han reducido el consumo de alimentos con alto contenido de azúcares añadidos. Pero todavía queda un largo camino por recorrer.

Una de las formas clave para reducir tu consumo de azúcar es tomando agua pura o bebidas bajas en calorías y sin calorías, en lugar de refrescos y aguas saborizadas. Las bebidas endulzadas representan la mitad de todos los azúcares agregados que ingerimos. Ten en cuenta que si bien los jugos al 100% tienen solo azúcares naturales, estos carecen de la fibra que se encuentra en toda la fruta y podrían causar picos de azúcar en la sangre, por lo que debes ser prudente con su consumo.

Por ello, te mencionamos las bebidas azucaradas que siempre debes evitar:

  • Bebidas sin alcohol, incluyendo refrescos
  • Bebidas con sabor a frutas
  • Café azucarado y té
  • Bebidas energizantes
  • Bebidas alcohólicas
  • Aguas saborizadas

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Conociendo otros nombres, revisando las etiquetas y cambiando a otras opciones

También es importante conocer los diferentes nombres que recibe el azúcar. Existen al menos 61 formas de edulcorantes agregados que se utilizan en los alimentos procesados, según la Universidad de California en San Francisco. Estas incluyen varios tipos de azúcares, jarabes y otros ingredientes que terminan en «osa».

Para descubrir las fuentes de azúcar en tu dieta, lee la etiqueta de ingredientes de cada alimento que compres, incluidos aquellos que no asocies con azúcar, como yogur, barras de proteínas, cereales integrales e incluso algunos bocadillos salados. Y solo porque una etiqueta diga que no hay «jarabe de maíz alto en fructosa» no significa que esté libre de todos los azúcares añadidos.

Encuentra maneras de satisfacer tu gusto por lo dulce con opciones naturales, ya sean frutas frescas o congeladas sin azúcar agregada. Y al cocinar, procura reducir el azúcar en tus recetas hasta en un tercio. Además, experimenta con sustitutos de azúcar, algunos están formulados especialmente para hornear.

 

Vía: Health Day News