Diagnosticar a bebés y niños pequeños con asma es un desafío, porque es difícil medir la función pulmonar en estas personitas. Lo que facilita el diagnóstico es conocer los síntomas de tu hijo.

la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP ) ofrece algunos consejos para los padres que sospechan que sus bebés o niños pequeños pueden tener asma, o que quizás muestran síntomas que podrían sugerir otra condición de salud.

El pediatra te preguntará si tu bebé tiende a jadear, toser o respirar rápido cuando tiene un resfriado, está cerca de animales, está en un lugar polvoriento o si hay humo en el aire.

Debes informar al médico de tu hijo si tiene tos excesiva, en particular si es tos nocturna o tos prolongada después de un resfriado, incluso si no hay sibilancias. La tos puede ser el único síntoma de asma en algunas personas. Dile si tienes familiares que padecen asma, fiebre del heno, eccema, bronquitis recurrente o problemas de los senos nasales, aconseja la AAP.

Una tos frecuente inexplicable o tos diaria en los bebés significa que debes hacer que tu hijo sea evaluado por un pediatra o un neumólogo pediátrico, ya que podría ser un signo de alguna enfermedad grave.

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Al tratar de diagnosticar qué está causando el problema, tu pediatra escuchará con atención para asegurarse de que los sonidos que hace tu bebé provengan de las vías respiratorias de los pulmones, indica la AAP.

A veces, los bebés respiran ruidosamente como resultado de la laringotraqueomalacia, una debilidad temporal en el cartílago cerca de las cuerdas vocales. A partir de ahí comienzan a crecer a medida que los tejidos se vuelven más firmes. Las condiciones inusuales relacionadas con el desarrollo de las vías respiratorias o la prematuridad también pueden causar sibilancias en los bebés.

Es poco probable que el pediatra de tu hijo recomiende las pruebas de alergia a menos que las sibilancias siempre ocurran después de la exposición a un animal o ciertos alimentos. La alergia a los alimentos rara vez es una causa de asma en bebés y niños pequeños. Puede ser un desencadenante del eccema, advierte la AAP.

El médico puede ordenar una radiografía de tórax durante el primer episodio de sibilancias del bebé. Si se determina que tu hijo tiene asma, es probable que no se repita porque los bronquios no se ven bien en una radiografía.

Si tu bebé no crece o desarrolla adecuadamente, el médico puede realizar pruebas para detectar otras afecciones, señala la AAP. Ciertas pruebas, incluida una prueba del sudor para descartar fibrosis quística, pueden ser necesarias cuando el médico quiera asegurarse de que las sibilancias y los síntomas del pecho de tu bebé no sean causados ​​por una afección con síntomas similares al asma.

A veces, la mejor y más fácil forma de diagnosticar el asma en un niño pequeño es tratarlo con terapia para el asma y ver si el niño mejora. Los medicamentos para el asma generalmente solo ayudan a aliviar dicha afección, pero no otras enfermedades, apunta la AAP. Puedes ayudar al pediatra monitoreando cuidadosamente los síntomas de tu hijo y comentándole si los medicamentos están ayudando.

 

Vía: Health Day News