Es común proponernos retos o propósitos de Año Nuevo ligados con la salud, como perder de peso o buscar formas de reducir los niveles de ansiedad. Si bien no son deseos imposibles de alcanzar, es importante que, más allá de la convicción, se mantengan y puedan consumarse al cien por ciento.

De acuerdo con la asociación Voz Pro Salud Mental Ciudad de México (VPSM CDMX), muchas personas suelen claudicar en el camino. Esto puede deberse a la forma en que se plantean los propósitos, ya sea porque fueron hechos para complacer a otros o porque se enfocan a temas de poco interés.

Recomendaciones

  1. Plantea una meta enfocada a lograr un resultado y no a evitar una situación. Es decir, si deseas realizar más actividad física, debes formular “hacer más ejercicio”, en lugar de “dejar de ser flojo”.
  2. Anota la fecha en que empezarás y procura ser razonable. No seas extremista y quieras iniciar o ver los cambios de inmediato. Haz planes a largo y corto plazo.
  3. Asegúrate que tus objetivos sean realistas y analiza si puedes cumplir dichos objetivos con ellos. Si tus objetivos son difíciles de cumplir, puedes pedir ayuda a personas que persigan la misma meta que tú.

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“Los propósitos de fin de año son iniciativas definidas por uno mismo y para uno mismo, que nos ayudan a adquirir, dejar o cambiar una conducta; iniciar un proyecto o terminarlo. Estos requieren de un compromiso personal y una total concentración en su planeación y realización”, apuntó la asociación.

Recuerda que tus objetivos y metas son importantes para obtener una mayor autonomía y calidad de vida. Enfócate en tu salud y en sentirte bien.

 

Vía: Voz Pro Salud Mental