El miedo representa un sentimiento normal del ser humano, sin importar la edad. Sin embargo, los niños suelen estar más vulnerables a estos, causando problemas físicos y mentales que afectan su calidad de vida.

Aunque es una situación que se supera con el tiempo, es esencial que los padres sean un apoyo y faciliten el proceso. Si tu pequeño sufre de miedos constantes, sigue estas recomendaciones y apóyalo en el camino.

Recomendaciones

  • Tranquiliza al menor y hazle saber que estás ahí para protegerlo.
  • A medida que el niño crezca, habla con él y escucha sus preocupaciones.
  • Busca alternativas para ayudarle. Por ejemplo, si tu hijo le teme a la oscuridad, desarrollen una rutina tranquilizadora para la hora de irse a dormir.
  • Ayuda a tu hijo a afrontar sus miedos poco a poco.
  • Limita la interacción con aquello que le asusta o los momentos que le inquietan.
  • Enséñale cómo prepararse para los desafíos y hazle saber que crees en él.

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¿Es normal sentir miedo?

La mayoría de los niños saben afrontar sus miedos normales con la ayuda y el apoyo de sus padres. Pese a ello,  algunos niños les cuesta más y necesitan mayor ayuda para vencer sus miedos. Es importante considerar que si los miedos son muy intensos o impiden que un niño lleve una vida normal, podrían ser un indicador un trastorno de ansiedad.

Acércate con un especialista en salud mental si los miedos del menor:

  • parecen demasiado intensos.
  • hacen que esté muy angustiado o que tenga rabietas.
  • impiden que lleve una vida normal.
  • le provocan síntomas físicos (como dolor de estómago, dolor de cabeza o ritmo cardíaco acelerado).

 

Vía: Kids Health