El deporte, y la actividad física en general, es uno de los principales catalizadores de la salud integral. Su práctica no solamente ayuda a prevenir enfermedades, también genera bienestar y mejora la calidad de vida.

Sin embargo, las estadísticas son escalofriantes: se calcula que, en los países del continente americano, hasta dos tercios de los adultos rara vez o nunca hacen deporte o ejercicio.

Este aspecto ha provocado, junto con algunos otros, un aumento en el número de enfermedades y condiciones de salud relacionadas con hábitos sedentarios, como lo son sobrepeso, obesidad, hipertensión, diabetes, problemas del corazón y algunos tipos de cáncer.

¿Por qué no nos gusta el ejercicio?

Los motivos por los que algunas personas rehuyen a la actividad física son variados. No obstante, en los últimos años diversos estudios han identificado que una de las principales razones es que el ejercicio resulta una actividad poco atractiva.

Al respecto, una reciente investigación estadounidense encontró que a las personas que, por alguna u otra razón, no disfrutaron de sus clases de Educación Física durante la escuela, muy probablemente no practicarán ninguna actividad física durante el resto de su vida.

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Por otra parte, las personas que disfrutaron o encontraron algún tipo de estímulo positivo en sus clases de Educación Física, demostraron tener más probabilidades de mantenerse activos durante etapas posteriores de su vida.

“Los resultados nos recuerdan que lo que sentimos sobre el ejercicio es importante para motivarnos a movernos o permanecer quietos”, apuntó Matthew Ladwig, estudiante graduado de la Universidad Estatal de Iowa, en Estados Unidos, que participó en el estudio.

Consejos

Los hallazgos de este y otros estudios han llevado a los especialistas a coincidir en que nuestras actitudes respecto al ejercicio juegan un papel definitorio. “Si esperamos que el ejercicio sea divertido y agradable, a menudo haremos ejercicio. Si no, no lo haremos”, indicaron los autores de la investigación.

Algunos consejos que ofrecen para mejorar la opinión sobre el deporte y el ejercicio son:

1. Elegir rutinas deportivas menos exigentes, ya que lo importante es moverse.

2. Restar importancia a la competencia y, en su lugar, promover actividades como bailar o practicar yoga.

3. Experimentar más opciones que no incluyan los deportes y las actividades convencionales, como la jardinería, que “es una actividad física y a algunos les encantaría mucho más que los deportes de equipo”, ejemplificó Ladwig.

4. Enseñar a los niños que moverse es divertido.

 

Vía: The New York Times