El menosprecio -conceder a una persona un menor valor o importancia del que merecen- es una actitud reprobable en todos los escenarios. Pero lo es aún más cuando se trata de la relación entre padres e hijos.

De acuerdo con un reciente estudio, el hecho de que los padres muestren menosprecio hacia sus hijos tiene consecuencias más graves que simplemente deteriorar su relación.

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Tener esta actitud hacia los hijos puede ocasionarles un daño significativo en su salud mental, indicó Brett Laursen, coautor del estudio y profesor de psicología en la Universidad Atlántica de Florida, en Estados Unidos.

¿En qué consiste el menosprecio?

Los investigadores calificaron que los padres adoptan una actitud de menosprecio hacia sus hijos cuando usan críticas, sarcasmo, humillaciones y hostilidad al lidiar con ellos, y utilizan la coerción emocional y física para lograr que sus hijos hagan lo que ellos quieren.

“Una crianza con menosprecio precipita un ciclo de afecto negativo y rabia entre los padres y los adolescentes, que al final conduce a más acoso y victimización en la adolescencia”, apuntó Laursen.

“Las respuestas interpersonales inadecuadas parecen propagarse de padres a hijos, en quienes engendran dificultades con sus pares”, agregó.

De acuerdo con el especialista, se trata de un círculo vicioso: los adolescentes que son menospreciados y desvalorizados por sus padres son más propensos a que los acosen y a acosar a otros adolescentes.

El estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista especializada Journal of Youth and Adolescence, encontró que los adolescentes que son sometidos a una crianza con menosprecio pueden desarrollar una ira desregulada, que con frecuencia es una señal de dificultades para controlar las emociones. Ese tipo de rabia se presenta como emociones negativas, hostilidad, agresividad verbal y física.

Consejo

Los padres deben saber “los costos potenciales a largo plazo de unas conductas de crianza que a veces parecen inocuas, como la desvaloración y el sarcasmo”, destacó Daniel Dickson, autor sénior del estudio e investigador del departamento de psicología de la Universidad de Concordia, en Montreal.

Se debe recordar a los padres la influencia que tienen en las emociones de los adolescentes, y deben tomar medidas para garantizar que los adolescentes no se sientan ridiculizados en casa”, subrayó.

 

Vía: Health Day News