El ciberacoso es algo serio. De acuerdo con investigaciones especializadas, aproximadamente el 59% de los adolescentes afirman haber sido hostigados o acosados en internet.

Se conoce como ciberacoso a la acción que incluye tácticas como publicar comentarios negativos en redes sociales o plataformas digitales (incluyendo mensajes de texto), divulgar rumores, hacer amenazas, incitar a una persona a que cometa suicidio, hacerse pasar por otra persona al utilizar un perfil falso y crear una cuenta en redes sociales para acosar a alguien.

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De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), ser víctima de cualquier forma de acoso -incluyendo el ciberacoso- aumenta el riesgo de que un niño o adolescente experimente efectos negativos en su salud integral, como:

-Ansiedad.

-Depresión.

-Dificultades para dormir.

-Comportamientos suicidas.

“Los niños acosados experimentan vergüenza y humillación. Cuando ven que los demás se burlan de ellos en internet, les preocupa quiénes más lo han visto o compartido y lo lejos que haya podido llegar esa imagen”, indicó Mildred Peyton, experta en acoso de Maryland, en Estados Unidos.

¿Cómo deben actuar los padres ante el ciberacoso?

El papel de los padres de familia es fundamental para ayudar a un niño o adolescente a enfrentar un caso de ciberacoso. Los expertos recomiendan tomar acciones como las siguientes:

1. Reconocer las señales de alerta.- Debido a que cerca del 60% de los niños no les dicen a sus padres que los están acosando en internet, es esencial que los padres aprendan a reconocer las señales de alerta. Estas incluyen:

-Lucen tristes o enojados cuando están en internet.

-Aumento o reducción considerable en la actividad en línea.

-Retracción, ansiedad o evasión de las situaciones sociales.

-Apagar la computadora o cambiar de ventana cuando un adulto pasa por donde están.

-Dificultades para concentrarse.

-Cambios en las calificaciones o comportamientos poco característicos.

2. Monitorear la actividad en línea.- Revisar con frecuencia la actividad de los niños en internet y la configuración de privacidad de sus cuentas en redes sociales.

3. Documentar e informar.- Cuando se confirme un caso de ciberacoso, tomar capturas de pantalla de los comentarios, incluir el nombre del sitio web o la aplicación y una fotografía del perfil de quien comenta. Informar al personal de la escuela y mostrar las imágenes. Además, reportar el acoso en el sitio web o la aplicación donde ocurrió y especificar que son publicaciones sobre un menor de edad. Adicionalmente, bloquear las cuentas de los acosadores en internet, así como los números telefónicos si envían mensajes de texto abusivos.

4. Hablar.- Hablar sobre el ciberacoso con los niños y explicarles que, si sucede, no es culpa suya. Enseñarles la importancia de no ignorarlo (deben informárselo a un adulto de confianza y tomar capturas de pantalla) y establecer un plan de acción.

 

Vía: The New York Times