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Es sabido que la alimentación interviene en el grado de salud de las personas. Así, una buena dieta tiene el poder de reducir el riesgo de muchas enfermedades, incluyendo el cáncer. Ciertamente, es importante lo que se come, pero también cuándo se come.

Así lo indica un estudio realizado en el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). Según sus resultados, la cena a una hora temprana, o dos horas antes de acostarse, ayuda a reducir el riesgo de sufrir cáncer de mama y próstata hasta en un 20 por ciento.

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El objetivo de la investigación fue evaluar si los horarios de comida y sueño se relacionaban con el riesgo de padecer cáncer de mama y próstata, dos de los cánceres más comunes a nivel mundial. Para ello, se tomaron en cuenta los hábitos de vida y el cronotipo de cada persona, atributo individual relacionado con las actividades diurnas y nocturnas.

Recomendaciones

Si has decidido cambiar tus hábitos, pero no sabes qué comer, te recomendamos adoptar una alimentación simplificada. En el caso de la cena, debes tomar en cuenta las siguientes medidas.

  1. Considera el tamaño de las porciones. No se trata de medir o pesar todos los alimentos. Lo ideal es llenar la mitad del plato con frutas y verduras; en tanto, la otra mitad debe dividirse entre proteína magra y granos integrales.
  2. Haz de las verduras cocidas el plato principal. Puedes elegir brócoli, coliflor, calabaza o tus vegetales favoritos. Sírvelos acompañados de aceite de oliva, queso o pan de grano entero.
  3. Si no te gustan las verduras, agrégalas a tus platos disimuladamente. Puedes rallarlas finamente para mantenerlas escondidas. Si la cena es familiar, notarás que los niños no percibirán los vegetales adicionales.

 

Vía: Notimex/ Family Doctor