Cuando las personas hispanas reciben un diagnóstico de cáncer de piel, sus tumores son aproximadamente un 17% más grandes que los de las personas caucásicas, así lo reveló un estudio publicado en la revista Journal of the American Academy of Dermatology.

Según la Academia Estadounidense de Dermatología (AAD), el cáncer de piel suele diagnosticarse en una etapa más avanzada en personas con piel negra y morena, lo que conduce a peores resultados. Esto hace que sea especialmente importante conocer los signos del cáncer de piel.

«Los pacientes y la comunidad médica deben estar conscientes de que el cáncer de piel puede desarrollarse en las personas independientemente de su raza y origen étnico», advirtió la doctora Laura Blumenthal, dermatóloga en Thousand Oaks, California, y coautora del estudio.

La experta y sus colegas encontraron que los tamaños de los defectos de la cirugía micrográfica de Mohs, una aproximación del tamaño de un tumor, eran más grandes en los pacientes hispanos que en los pacientes blancos y observaron disparidades en todos los tipos de cáncer de piel.

Los tamaños de los defectos de los carcinomas de células escamosas fueron un 80% más grandes que los tamaños de los defectos de los carcinomas de células basales en los pacientes hispanos. En contraste, en los pacientes de raza blanca, los tamaños de los defectos de los carcinomas de células escamosas fueron solo un 25% más grandes que los tamaños de los defectos de los carcinomas de células basales.

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Para detectar el cáncer en una etapa temprana, la AAD señala que todos deberían hacerse autoexámenes de la piel con regularidad y buscar los signos de advertencia del melanoma, que se recuerdan fácilmente con el acrónimo ABCDE.

A es para asimetría, cuando la mitad del lugar es diferente a la otra mitad.

B es para borde, cuando la mancha tiene un borde irregular o mal definido.

C es de color. La mancha tiene diferentes colores de un área a la siguiente, como tonos de bronceado, marrón o negro, o áreas de blanco, rojo o azul.

D es de diámetro. Los melanomas, el cáncer de piel más mortal, suelen medir más de 6 milímetros, aproximadamente el tamaño de la goma de un lápiz cuando se diagnostican, aunque pueden ser más pequeños.

E es para evolucionar, porque la mancha se ve diferente al resto o está cambiando de tamaño, forma o color.

Con base en la información anterior, si notas alguna mancha nueva o sospechosa en tu piel, o cualquier mancha que esté cambiando, causándote comezón o sangrando, consulta a un dermatólogo.

El factor de riesgo más prevenible para el cáncer de piel es la exposición a los rayos UV sin protección, por lo que siempre debes buscar sombra, usar ropa protectora contra el sol y aplicar un protector solar de amplio espectro resistente al agua con un FPS de 30 o más, recomienda la AAP.

 

Fuente: Health Day News