comida rapida-IUna investigación de publicación reciente encontró que poco ha cambiado la concentración de sal, grasa saturada y calorías en la comida rápida entre 1996 y 2013.

El equipo de investigadores encabezado por Alice Lichtenstein, directora del Laboratorio de Nutrición Cardiovascular del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) observó la concentración de sal, grasa saturada y calorías de los menús de cuatro artículos populares (papas fritas, hamburguesas con queso, sándwiches de pollo a la parrilla y refresco de cola regular) de tres cadenas de comida rápida.

Los investigadores determinaron que el contenido promedio de calorías, grasa y sal de estos productos perteneció inamovible en un período de 17 años.

A pesar de ello los investigadores encontraron un par de tendencias positivas. La primera, que los niveles de grasas trans malsanas en las papas fritas se redujeron al pasar del tiempo, Lichtenstein apuntó que esto se puede deber al declive de las grasas trans observado entre 2005 y 2009. En segundo lugar la experta apuntó que existe “una percepción de que los restaurantes han ampliado significativamente los tamaños de sus porciones con los años, pero la comida rápida que evaluamos no parece ser parte de esa tendencia”.

La experta afirma que los niveles de calorías, sal y grasa saturada de la comida rápida son elevados en gran parte de los artículos del menú evaluados, además rozan en los límites diarios (2 mil calorías al día) recomendados por los expertos para mantener un sano peso y una ingesta de sodio saludable.

Los datos sobre la comida chatarra son reveladores: una hamburguesa grandes con queso, unas papas y un refresco de cola regular variaron entre las 1,144 y las 1,757 con el paso del tiempo, es decir, se acercaron mucho a las 2 mil calorías al día recomendadas lo que representa un 88 por ciento de los requerimientos diarios calóricos.

 

Vía: Health Library