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Los científicos continúan explorando los beneficios para la salud de la aspirina. Un nuevo análisis publicado en la revista Annals of Oncology sugiere que tomar aspirina puede proteger contra varios tipos de cánceres del tracto digestivo.

Los investigadores examinaron 113 estudios observacionales de cáncer en la población general. Descubrieron que las personas que tomaban aspirina con regularidad (al menos una o dos tabletas por semana) tenían tasas significativamente más bajas de cáncer de intestino, estómago, vesícula biliar, esófago, páncreas e hígado, en comparación con aquellas que no tomaban aspirina.

Específicamente, el uso de aspirina se relacionó con un 27% menos riesgo de cáncer de intestino, 33% menos de cáncer de esófago, 36% menos de cáncer de estómago y 22% menos de cáncer de páncreas.

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Los expertos también se centraron en el efecto de la dosis diaria de aspirina específicamente en el cáncer de intestino. Observaron tres niveles de dosis: baja (100 mg), regular (325 mg) y alta (500 mg). Los resultados mostraron que cantidades más altas estaban relacionadas con una mayor protección.

Por ejemplo, una dosis de aspirina de 75 a 100 mg al día (igual a una tableta de dosis baja) se asoció con una reducción del 10% en el cáncer de intestino, en comparación con no tomar aspirina. Una dosis diaria de 325 mg se asoció con una reducción del 35% y 500 mg por día se asoció con una reducción del 50%.

Los científicos especularon que el beneficio podría reflejar la capacidad de la aspirina para combatir la inflamación y los coágulos de sangre. Sin embargo, también señalaron que la conexión entre la aspirina y el cáncer fue solo una asociación, y que los estudios no prueban que la aspirina realmente reduzca el riesgo de cáncer. Cabe señalar que la aspirina puede aumentar el riesgo de efectos secundarios como hemorragia estomacal.

Por ello y con base en esta información, las personas siempre deben consultar a su médico antes de tomar aspirina con regularidad.

 

Vía: Harvard Medical School