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Te invitamos a preparar esta versión más ligera de pollo parmesano, que puedes lograr desde la comodidad de tu hogar y rinde hasta 4 porciones.

Ingredientes:

  • 2 pechugas de pollo deshuesadas y sin piel
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1/4 cucharadita de pimienta negra recién molida
  • Aceite de oliva en spray para cocinar
  • 2 tazas de salsa marinara, jarra o casera
  • 28 gramos de queso mozzarella, cortado en rodajas finas
  • 1/2 taza de queso parmesano rallado
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 4 tazas de floretes de brócoli
  • 1/2 cucharadita de condimento italiano

Preparación:

Precalienta el horno a 200 grados Celsius. Espolvorea el pollo con la sal y la pimienta. Cubre una sartén grande que puedas meter al horno con el spray de aceite de oliva y colócala a fuego medio. Añade el pollo y cocina de 4 a 5 minutos hasta que el pollo se dore. Voltea y cocina de 3 a 4 minutos más (NOTA: El pollo terminará de cocinarse en el horno).

Posteriormente apaga el fuego y agrega cuidadosamente la salsa. Coloca una rodaja de mozzarella sobre cada trozo de pollo y espolvorea encima y de manera uniforme el queso parmesano rallado.

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Ahora sí, transfiere el pollo al horno y hornea de 12 a 15 minutos. Asegúrate de que el queso se derrita y el pollo esté bien cocido.

Mientras el pollo se hornea, prepara la guarnición. Calienta otra sartén grande a fuego medio. Agrega el aceite de oliva y los floretes de brócoli. Sazona revolviendo bien la mezcla. Cubre y cambia a fuego a bajo. Cocina durante 8 a 10 minutos más, revolviendo ocasionalmente hasta que el brócoli quede bien dorado y tierno.

Finalmente, sirve de inmediato con el pollo y ¡buen provecho!

Ventajas de esta receta

El pollo parmesano es un plato que suele contener muchas calorías, pues este requiere de un empanizado del ave para su preparación más el acompañamiento de la clásica pasta. Tanto uno como otro reducen el perfil nutricional, pues el empanizado se hace con pan de harina blanca molido o rallado, y la pasta que se suele utilizar es blanca, la cual está hecha de carbohidratos refinados y, por ende, ha sido despojada de muchos nutrientes durante su procesamiento.

Por lo anterior, esta versión «light» omite el empanizado y reemplaza la pasta con una guarnición de verduras, pues de esa forma te ahorras muchas calorías sin sacrificar el sabor, además de que obtienes muchos nutrientes.

Cabe agregar que en esta receta también se reemplaza la leche con queso y brócoli, pues aportan más calcio por porción que un vaso de dicho lácteo líquido.

 

Vía: Health Day News