La angiodisplasia del colon es la anormalidad vascular más común del tracto gastrointestinal y es la causa más frecuente de hemorragia digestiva baja en personas mayores de 60 años.
Los expertos creen que la angiodisplasia se debe a una obstrucción de bajo grado parcial e intermitente de venas submucosas que traspasan las capas musculares del colon.
Uno de los primeros síntomas de una angiodisplasia es la presentación de heces de color oscuro o rojo sangre y en algunos casos puede venir acompañada con anemia; en casi todos los casos (9 de cada 10) se detiene la hemorragia, pero hay que recordar que la característica principal de la angiodisplasia es su intermitencia.
La angiodisplasia surge como consecuencia de una dilatación de las venas en la mucosa y en la submucosa del colon, pero a diferencia de otras lesiones del tracto intestinal, la angiodisplasia no se encuentra asociada con lesiones angiomatosas de la piel o de las vísceras.
En lo referente al diagnóstico los estudiosos creen que el mejor método es la angiografía que es utilizada para para determinar el sitio y naturaleza de una lesión, la sensibilidad de este estudio ha resultado bastante buena ya que se encuentra entre un 70 y 100 por ciento.
Los estudiosos han encontrado que la angiodisplasia es una enfermedad fuertemente asociada con el envejecimiento.
Para combatir la angiodisplasia los expertos sugieren que en pacientes de mayor edad o con mayor riesgo quirúrgico un buen método puede ser la colonoscopia, debido a que es una manera bastante efectiva para detectar cualquier tipo de lesión digestiva y este procedimiento ayuda a detectar de forma rápida la angiodisplasia de tal manera que se puede parar a tiempo la hemorragia.
En caso de presentar algún síntoma de la angiodisplasia o cualquier sangrado rectal o sangre en las heces, debe acudir con su médico y preguntarle por el tratamiento más seguro y eficaz para usted. No hay que dejar pasar ningún síntoma.
Vía: Académica
