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La arteriosclerosis o arterioesclerosis, es una afección en la que el colesterol, otros tipos de grasa y calcio y otras sustancias se pegan a las arterias y forman una placa, que con el tiempo, puede ser peligrosa, ya que puede provocar infartos o derrames cerebrales.

Las personas que consumen grasas saturadas con frecuencia (alimentos fritos, empanizados, capeados, carnitas, papas fritas, chicharrón, tocino o embutidos), que tienen sobrepeso u obesidad y antecedentes familiares de infartos o colesterol o triglicéridos elevados, o simplemente son sedentarios, tienen mayor riesgo de desarrollar arteriosclerosis.

Recomendamos que acudas con tu médico a una revisión completa, si aun no lo has hecho. Si sabes que tienes el colesterol alto o te han dicho que posees riesgo de desarrollar un infarto, te invitamos a que comiences a elegir saludablemente para cuidar tu corazón.

Dieta, pilar fundamental en la prevención

La dieta es el pilar fundamental en la prevención y el tratamiento de la arteriosclerosis. Nunca deberá iniciarse un tratamiento farmacológico sin haber insistido en la dieta y comprobar sus efectos en un periodo que oscila entre seis y doce meses.

En las personas que sufran arteriosclerosis, la dieta debe estar encaminada a alcanzar un peso ideal, pero que se pueda mantener. Para normalizar el sobrepeso que pudiera existir, se puede iniciar el tratamiento con una dieta baja en calorías y posteriormente, se deben ajustar las calorías a las necesidades de la persona.

Qué si comer y qué no

El colesterol alimentario debe ser inferior a 300 mg/día. Para conseguir esta cifra, deben restringirse los alimentos de origen animal que es donde está el colesterol. Se prohibirá la yema de huevo, las vísceras de animales, la mantequilla y se limitan las demás carnes, embutidos, patés y los quesos.

Las margarinas vegetales proceden de aceites vegetales que se comportan como ácidos grasos saturados (los cuales favorecen que se tapen las venas y arterias de colesterol). Por tal motivo, el consumo de productos de bollería industrial elaborados con grasas vegetales no está aconsejado.

Los frutos secos como almendras, nueces y cacahuates tienen un alto contenido de grasas insaturadas y proteínas, por lo que podrían aconsejarse con moderación siempre y cuando no se detecten problemas para mantener el peso.

Es muy importante en la dieta el aporte de fibra por medio de frutas, verduras y leguminosas para ayudar a reducir los niveles de colesterol.

No al alcohol, sí al ejercicio

Tampoco es conveniente el consumo de alcohol y, si se realiza de forma habitual, no debe de superar la cantidad de 40 gramos en el caso de los hombres y 24 gramos en el caso de las mujeres.

Si no existen contraindicaciones, se llevarán a cabo programas de ejercicio físico adaptados a cada persona. El ejercicio más recomendable para iniciar es el paseo, cuya única limitación será el tiempo de duración. Este tiempo viene determinado por la capacidad de cada persona.

Si tienes alteraciones de los niveles de colesterol o triglicéridos, te recomendamos acudir con un profesional de la salud para que te oriente personalmente sobre cómo debe ser tu alimentación.

 

Vía: Nutrición y salud, claves para un alimentación sana. La arteriosclerosis. Página 146 y 147. 2009