,

La conexión entre la dieta y el sueño no está del todo clara.

En un estudio del año 2019, investigadores analizaron la somnolencia diurna excesiva y la dieta. Con ello, descubrieron que sustituir el 5% de la ingesta calórica diaria de proteínas por cantidades iguales de grasas saturadas o carbohidratos incrementaba el riesgo de somnolencia diurna.

Por otro lado, sustituir las grasas saturadas por grasas insaturadas, proteínas o carbohidratos reducía el riesgo de somnolencia diurna excesiva.

Con base en lo anterior, los autores concluyeron que realizar cambios en la dieta puede ayudar a las personas con trastornos del sueño.

Conoce más: Dieta y sueño: Cómo influye la alimentación en tu descanso

Una revisión del año 2016 descubrió que las dietas ricas en grasas se asociaban con menos sueño REM, más sueño profundo y mayor despertar tras el sueño.

A corto plazo, una dieta rica en carbohidratos puede asociarse con más sueño REM, menos sueño profundo y una mayor rapidez para conciliar el sueño. No obstante, a largo plazo, consumir cenas ricas en proteínas puede correlacionarse con menos somnolencia diurna.

De acuerdo con esta revisión, lo que comes antes de acostarte puede afectar la calidad del sueño. Por ejemplo, las almendras, los kiwis y los pescados grasos contienen melatonina, una hormona que indica al cuerpo que debe dormir.

Pese a la información anterior, los autores afirman que se requiere más investigación para determinar si algún patrón de alimentación promueve o perjudica el sueño nocturno y la energía diurna.

 

Fuente: Healthline