La celulosa es una fibra que se encuentra en frutas, verduras y otros alimentos vegetales como parte de las paredes celulares de una planta. Se encuentra en la corteza de los árboles y en las hojas de las plantas.

Cuando comes alimentos vegetales, estás consumiendo celulosa. Las mejores fuentes, además de las frutas y verduras de hoja verde, incluyen apio (que es muy rico en celulosa), legumbres, cereales integrales, nueces y semillas. La piel de los alimentos vegetales suele tener más celulosa que la pulpa.

La fibra de celulosa también se elimina de las plantas para usarla como aditivo en muchos otros alimentos y para venderla como suplementos.

En cuanto a su composición, la celulosa está formada por una serie de moléculas de azúcar unidas entre sí en una cadena larga. Debido a que es una fibra que forma las paredes celulares de las plantas, se encuentra en todos los alimentos vegetales.

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Cuando ingieres alimentos que la contienen, la celulosa permanece intacta a medida que pasa por el intestino delgado. Los seres humanos no tienen las enzimas necesarias para descomponer la celulosa.

Asimismo, la celulosa es una fibra insoluble y no se disuelve en agua. Cuando se consumen, las fibras insolubles pueden ayudar a impulsar los alimentos a través del sistema digestivo y favorecer las deposiciones regulares.

Además de su papel en la digestión saludable, las fibras dietéticas como la celulosa pueden promover la salud de otras formas. Los estudios sugieren que la ingesta elevada de fibra dietética puede reducir el riesgo de varias enfermedades, incluyendo el cáncer gástrico y las enfermedades cardíacas.

Si deseas saber más sobre la celulosa y sus beneficios, consulta a tu médico y a un especialista en nutrición.

 

Fuente: Healthline