La riboflavina se encuentra naturalmente en algunos alimentos y se añade a muchos alimentos fortificados. Puedes obtener las cantidades recomendadas de riboflavina comiendo una variedad de alimentos, incluidos los siguientes:

  • Huevos, vísceras (como riñones e hígado), carnes magras y leche baja en grasa
  • Verduras verdes (como espárragos, brócoli y espinacas)
  • Cereales fortificados, pan y productos de granos integrales

Conoce más: ¿Por qué es importante consumir todos los grupos alimenticios?

¿Qué tipos de suplementos dietéticos de riboflavina están disponibles?

La riboflavina se encuentra en los suplementos multivitamínicos/multiminerales, en los suplementos dietéticos del complejo B y en los suplementos que solo contienen riboflavina. Algunos suplementos tienen mucho más de las cantidades recomendadas de este nutriente, pero tu cuerpo no puede absorber más de 27 mg a la vez.

Puedes desarrollar deficiencia de riboflavina si no obtienes la suficiente en los alimentos que comes, o si tiene ciertas enfermedades o trastornos hormonales.

La deficiencia de riboflavina puede causar trastornos de la piel, llagas en las comisuras de la boca, labios hinchados y agrietados, pérdida de cabello, dolor de garganta, trastornos del hígado y problemas con los sistemas nervioso y reproductivo.

La deficiencia grave de riboflavina a largo plazo provoca una escasez de glóbulos rojos (anemia), lo que te hace sentir débil y cansado(a). También provoca la opacidad del cristalino de los ojos (cataratas), lo que afecta a la visión.

Si deseas saber más sobre la importancia de la riboflavina en la dieta, consulta a un experto en nutrición.

 

Fuente: National Institutes of Health – Office of Dietary Supplements