Los alimentos sin gluten —proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno— han tomado gran relevancia en los últimos años, debido a los supuestos daños que produce el ingrediente en el organismo. Lo cierto es que una dieta libre de gluten no es necesariamente más saludable. 

A decir de especialistas, lo ideal es no sustituir la alimentación de los pequeños a menos que sea necesario, es decir, que padezcan enfermedad celíaca u otra afección. 

Esto se debe a que la mayoría de los alimentos sin gluten dirigidos a los niños podrían clasificarse como alimentos con poco valor nutritivo. Además, el 80% de estos productos tiene un nivel elevado de azúcar, sal y grasa.

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Prevención

De acuerdo con expertos de Mayo Clinic, no existe ningún método para prevenir la enfermedad celíaca. 

Los antecedentes familiares o médicos de los niños podrían aumentar el riesgo de contraer la enfermedad. Por este motivo, es importante conocer los síntomas y acudir de inmediato con un médico.

Cuando los pequeños con enfermedad celíaca ingieren gluten, se desencadena una respuesta inmunitaria dentro del intestino delgado que, con el tiempo, daña el revestimiento del órgano e impide absorber los nutrientes. 

El daño intestinal puede conducir a:

  • Diarrea.
  • Cansancio.
  • Pérdida de peso.
  • Distensión abdominal.
  • Anemia.
  • Problemas de crecimiento y desarrollo.

Si tienes dudas respecto a este ingrediente, consulta a un especialista. Un profesional de la salud puede responder tus dudas respecto a cuándo introducir nuevos alimentos en la dieta de tus hijos.

 

Fuente: Mayo Clinic