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Un nuevo estudio descubrió que las mujeres de la tercera edad con un mayor consumo de vitamina K1 (presente en verduras como la espinaca, el brócoli, la col, el bok choy y la col rizada) podrían tener un menor riesgo a largo plazo de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral. Basta con añadir de 1 a 1.5 tazas de estas verduras a la dieta.

El trabajo dio seguimiento a más de 1400 mujeres australianas de 75 años durante 14.5 años.

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Se descubrió que quienes consumían la mayor cantidad de vitamina K1, equivalente a aproximadamente una taza de verdura cruda o media taza de verduras de hoja verde cocidas, tenían:

  • Un 43% menos riesgo de morir por enfermedades vasculares ateroscleróticas (ASVD, por sus siglas en inglés), como infarto y evento cerebrovascular, en comparación con quienes consumían la menor cantidad de vitamina K1.
  • Un 29% menos riesgo de sufrir un infarto y un evento cerebrovascular.
  • Una reducción del 5.6% en la aterosclerosis asintomática

La vitamina K1 podría tener este efecto porque activa la proteína GLA de la matriz, que inhibe la calcificación vascular, un atributo común de las ASVD.

De acuerdo con la autora principal de la investigación, una conclusión interesante es que estas cantidades de vitamina K1 se pueden consumir fácilmente a diario añadiendo aproximadamente una taza de estas verduras a las comidas habituales, lo que podría ser una estrategia de bajo riesgo para optimizar la salud cardiovascular.

 

Fuente: Very Well Health