Aunque solemos escuchar comentarios acerca de lo perjudicial que es la sal para nuestra salud, nuestro cuerpo requiere una determinada cantidad de sodio para funcionar correctamente, pues ayuda al buen funcionamiento de los nervios y los músculos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no consumir cada día más de seis gramos de sal. Eso equivale aproximadamente, a una cucharadita de sal de mesa al día.

Por cuestiones del organismo, los adultos mayores deberían disminuir su consumo de sal, ya que sus venas cada vez se hacen más estrechas, lo que dificulta la circulación de la sangre. Leer las etiquetas de los alimentos puede ayudarles a saber la cantidad de sodio en los alimentos preparados.

Conoce más: ¿Cómo limitar la cantidad de sal que incluyes en tu dieta?

Por ello, si eres adulto mayor, aquí te mencionamos algunos consejos prácticos para conseguir que tus platos tengan menos sal, y así evitar complicaciones en tu salud:

  1. Aumenta tu consumo de alimentos frescos; así evitarás la sal que añaden los productores.
  2. Intenta no comprar platos precocinados, que son los que más cantidad de sal tienen.
  3. Retira el salero de la mesa; muchas veces añadimos sal sólo por inercia.
  4. A la hora de cocinar usa más especias, que son un buen aliado para dar sabor y nos ayudan a olvidarnos de la sal.
  5. Intenta dejar de utilizar medidas tales como “un puñito” de sal. A partir de ahora mide con cucharadas; así tendrás una visión objetiva de cuánta consumes.
  6. Procura quedarte corto(a) a la hora de poner sal y luego, cuando termines, dale el toque final; así evitarás pasarte desde un principio.
  7. Las salsas son un buen sustituto de la sal, sobre todo aquellas naturales hechas con tomate.

 

Fuente: Organización Mundial de la Salud